Las expectativas que genera el cambio de ministro de Inmigración

El nuevo mnistro Sean Fraser tiene 37 años y es un abogado que en los últimos años ha trabajado como Secretario Parlamentario de la ministra de Finanzas. (Foto: Justin Tang/The Canadian Press).
Por Vilma Filici (filici@filici.com)

El primer ministro Justin Trudeau anunció esta semana su nuevo gabinete de gobierno. Si bien nos interesa toda la configuración del nuevo gobierno federal, para efectos de esta columna nos importa aún más el nombramiento del nuevo ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía (IRCC), y el del nuevo ministro de Seguridad Pública, que son los departamentos que controlan la entrada al país.

Sean Fraser es el nuevo ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía. Es un miembro del Parlamento Federal, elegido inicialmente en el 2015. Además, es el único ministro de la costa atlántica, tiene 37 años y es un abogado que en los últimos años ha estado trabajando como Secretario Parlamentario de la ministra de Finanzas.

Sin embargo, este joven abogado no parece tener mucha experiencia en el portafolio de inmigración, lo cual significa que muy probablemente en los próximos años no vamos a tener muchos cambios adicionales a los que ya hizo el anterior ministro Marco Mendicino.

El exministro deja un legado importante, ya que tuvo que lidiar con 20 meses de pandemia durante los cuales necesitó asegurarse de que la inmigración no se interrumpiera pero que, al mismo tiempo, no interfiriera con las medidas de seguridad sanitaria para la población canadiense.

En concreto, tuvo que cerciorarse de que a pesar de la pandemia el país pudiera llegar a los números necesarios de inmigrantes para el 2021. Sabemos que se necesitaban 400,000 y que se había comenzado muy mal en términos de cifras debido al cierre de fronteras, etcétera; y el presentó diversos programas con requisitos más bajos de los acostumbrados para asegurarse de que las personas que ya estaban dentro del país pudieran obtener la residencia y, con ello, el país pudiera cumplir las metas.

De hecho, hace una semana el exministro Mendicino envió un tweet dejando claro el éxito, y explicando que el Gobierno ya estaba en camino a obtener los 400,000 inmigrantes requeridos para este año.

Ahora bien, el trabajo del nuevo ministro va a ser sin duda atender el inventario de casos atrasados que deja la gestión anterior. Estos retrasos obedecen a circunstancias extraordinarias como la pandemia o los refugiados Afganistán, que se sumaron a los aplazamientos anteriores.

En esa lógica, esperamos que con este nuevo gobierno por lo menos se hagan cambios en términos de los tiempos de procesamiento para los diversos programas, como por el ejemplo el Express Entry que en estos momentos no es nada express.

Una de las cosas que mencionó Mendicino y que seguramente tendrá que implementar Fraser, es que iban a crear más programas para que los trabajadores temporales en Canadá y los estudiantes internacionales tuvieran más posibilidades para aplicar para la residencia permanente. Y con eso yo creo que cada vez nos vamos acercando más a procesar a la gente que ya se encuentra en Canadá y al mismo tiempo nos vamos alejando de los trabajadores calificados que se encuentran fuera de Canadá. Vemos es una tendencia a esto que empezó con la pandemia, pero que parece que va a seguir dándole preferencia a las nominaciones provinciales y a las personas que ya se encuentran dentro del país.

Otra cosa que podemos esperar de este nuevo ministro es que por fin hagan algo acerca de los precios exorbitantes que tenemos para la ciudadanía. Esta fue una promesa que hicieron los liberales en la primera campaña en el 2015, que iban a eliminar los precios del procesamiento de la ciudadanía, lo repitieron en la segunda elección y se ha repetido en esta última elección. Esperemos que esta vez sí eliminen los 630 dólares, o por lo menos que los reduzcan a una cantidad más accesible para las personas.

Otra de las cosas que también creo que el nuevo ministro va a tener que mejorar es el Programa de Padres y Abuelos, porque desde antes de que los liberales asumieran el poder ha sido un completo desastre. Prácticamente ninguno de los procesos que se han usado ha sido satisfactorio para las personas que quieren patrocinar a sus familiares.

Esto es lo que se espera, pero en realidad todavía no sabemos exactamente cuál es el mandato que el primer ministro le ha dado al nuevo ministro de Inmigración.

Por otra parte, es interesante ver que el exministro Mendicino fue nombraron al frente del Ministerio de Seguridad, lo que es un cambio súper positivo porque hemos visto que tiene una perspectiva súper humana, que ha tomado el sufrimiento de las personas desplazadas con mucha responsabilidad, y que ha tomado cartas en el asunto para manejar, por ejemplo, la situación de Afganistán. Y ahora va a estar encargado de las fronteras, de la seguridad del país. Por muchos años dicho departamento ha dado la impresión de manejarse de manera bastante autónoma, sin tomar responsabilidad en términos de responder por sus acciones.

Espero que Marco Mendicino logre poner un poco más de orden en la Agencia de Servicios Fronterizos (CBSA) y que haya más compromiso por las acciones que toman estos oficiales.

En resumen, no me parece una muy buena elección la que hizo el Primer Ministro en la cartera de Inmigración. Me hubiese gustado que en ese puesto hubiera nombrado a un ministro que tuviese más experiencia, aunque creo que Fraser estudió Relaciones Internacionales y por lo menos conoce un poco el área.

Pero el ministerio de Inmigración en estos momentos necesita alguien con bagaje y con mano dura para poder agilizar los procesos y para poder limpiar los casos atrasados, que son miles y miles y miles, familias separadas, personas con su residencia vencida esperando poder renovar su residencia para venir a Canadá. Hay problemas también en distintos programas, como los caregivers, que supuestamente tenían que recibir su permiso de trabajo hace 8 meses y hay gente que está esperando desde hace más de 2 años y todavía no tienen ni siquiera el permiso de trabajo.

Es decir, hay muchísimo trabajo por hacer y esperemos que el nuevo ministro Fraser sea el indicado. La solución ideal hubiera sido que el Primer Ministro deje a Mendicino en el ministerio de Inmigración para que pudiera terminar lo que empezó. Pero ahora tendremos que esperar cómo se desempeña la nueva gestión.


Vilma Filici, presidenta de Filici Immigration Services, es profesora de leyes de inmigración y refugio en Seneca College Toronto, y asesora en materia de inmigración para diversas organizaciones comunitarias. Escribe sobre asuntos migratorios en varios medios hispanos de Toronto y es fuente de información para, entre otros, los diarios Toronto Star y Toronto Sun, y las emisoras Radio Canadá y CBC.