Un festival en Quebec contra el encierro y la soledad de la pandemia

Artiste Crazy Smooth (photo : Charles Dumais)
Obligados a cancelar 29º edición del Festival des Arts de Saint-Sauveur a causa de la pandemia, este evento se reinventa para montar “Une solitude partagé” (Una soledad compartida), iniciativa digital que apunta a hacer de la soledad y el encierro un espacio de creación artística y reencuentro con el público. La reconocida compositora hispanacanadiense de origen mexicano Alejandra Odgers es una de las principales invitadas.
Por César Salvatierra
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La pandemia se asomaba en marzo. Etienne Lavigne, director general del Festival des Arts de Saint-Sauveur (FASS) hizo sus cálculos: siete compañías internacionales no arribarían debido al cierre de fronteras. Las medidas sanitarias se imponían a las 10 presentaciones programadas. El resultado era preocupante: 40% de pérdida de ingreso y la anulación de la 29º edición del festival.

Pero no sólo en Saint-Sauveur se cancelaban festivales. La crisis del Covid-19 bajaba el telón de todo el sector artístico de Quebec, Canadá y el mundo entero. Quien dice festival dice público y turismo en Saint-Sauveur y en la región de Laurentides, que se vieron también afectados por la inminente falta de público. Sin embargo, anticipando la tormenta, el director artístico, Guillaume Côté tornó la crisis en oportunidad:

“¿Por qué no damos la ocasión a artistas locales de crear una presentación durante este tiempo de confinamiento?”, se preguntó

Une solitude partagée (Una soledad compartida) es el título del proyecto en aras de apoyar a la comunidad artística local. Con la codirección de Guillaume Côté (FASS) y Yannick Nézet-Séguin, director de la Orquesta Metropolitana de Montreal, habitual colaborador del FASS. La dupla artística hermanó a 20 artistas por pares a fin de obtener 10 creaciones exclusivas. El desafío era desarrollar un proceso de creación a partir de la experiencia del confinamiento.

El proyecto apunta a hacer de la soledad y el encierro un espacio de creación artística y de reencuentro con el público. Bajo la dirección fílmica de Louis-Martin Charest, cada cápsula será difundida gratuitamente para Canadá y el extranjero, domingo a domingo de julio a septiembre, y que acabará con un recuento del proceso de creación de las obras mostradas.

“Es muy inusual que se den las condiciones para crear y ofrecer 10 presentaciones exclusivas de artistas quebequenses. Este proyecto es particular porque, en parte, una meta del FASS es traer espectáculos jamás vistos en Quebec y por eso presentamos espectáculos de compañías internacionales. A causa del Covid-19 tampoco presentamos un festival en vivo con artistas y público de Canadá, entonces nos quedamos con la intención de apoyar al medio artístico de nuestra región que tuvo también que cancelar sus presentaciones”, explica Etienne Lavigne.

Si bien Une solitude partagée no se muestra como el 29º festival, el proyecto mantiene el apoyo de sus socios. Además, el Gobierno Provincial de Quebec otorgó al FASS 40, 000 $ para contrarrestar el impacto de la crisis. Un apoyo financiero que ayuda a difundir el trabajo de los artistas profesionales, y presentar al mismo tiempo los paisajes de la región, algo fundamental para relanzar el turismo y, quién sabe, ofrecer finalmente la 29º edición en 2021.

“Nos decimos que, si cada organismo artístico hace esto por su región, si todos nos apoyamos, el medio artístico va a sobrevivir a esta pandemia. Así que la labor para nosotros es comenzar por Quebec. Espero que otros nos sigan, al menos hemos logrado apoyar a veinte creadores”, dice Etienne Lavigne.

Diversidad y talento

Hoy, en tiempos en que al racismo le quitan la máscara de la discreción, el FASS venía ya levantando telones, edición tras edición, al talento de la diversidad cultural.  Ya en la 25º edición (2016) tuvo como vedette a Misty Copeland, primera bailarina afroamericana de la Metropolitan Opera House de New York. En la 28º se ofreció un espacio a la danza autóctona contemporánea donde brillaron las compañías autóctonas Trace, Red Sky Performance, entre otras.

“Para nosotros, canadiense es quien vive en Canadá, poco importa su origen, es así como lo tomamos: todos los artistas radicados aquí que nombran a Canadá como su hogar son artistas canadienses”, sostiene Etienne Lavigne

“Uno de los dúos creadores lo conforman la compositora mexicana-canadiense Alejandra Odgers y la coréografa Daina Ashbee. La interpretación musical de la obra estará a cargo de la flautista y piccolista Caroline Séguin de la OM.

La danza de Daina Ashbee aborda la condición femenina, la identidad mestiza y el cambio climático que intentan expresar con fuerza los movimientos de su cuerpo. Temas presentes en sus coreografías desde el inicio de su carrera a los 20 años. Unrelated (2014), Pour (2016), When the ice melts, ¿will we drink the water? (2016), Serpentine (2017), J’ai pleuré avec les chiens (2020).

Por su parte, Alejandra Odgers, experimentada compositora en México y Canadá, posee un gran interés por las diversas culturas. Una de sus últimas obras fue estrenada en el marco del 375° aniversario de Montreal en 2017 y otra más para la inauguración del Espace 67 en donde su obra fue estrenada bajo la batuta de Yannick Nézet-Séguin.

“Una coincidencia entre ella [Daina Ashbee] y yo es que ella se interesa mucho por la naturaleza, de hecho, se notaba en la video llamada que tuvimos que su casa está en medio del bosque. Eso nos dio un punto de partida para la pieza. Además, en una entrevista con el director de la OM, me dijo que nos habían hermanado por mi interés en las culturas  autóctonas y la importancia del ritmo en mis obras, ya que Daina tiene raíces autóctonas y para la danza el ritmo es vital. Finalmente, al escuchar el tipo de sonidos y texturas que ella ha utilizado en algunas de sus coreografías, me dieron la clave para desarrollar el final de la pieza. Mi parte ya está hecha, ahora queda esperar a ver el resultado final”, explica la compositora Alejandra Odgers.

Se dice que el arte es el espejo de la sociedad, quizá en el fondo, a pesar de la distancia, estos artistas sean capaces de transmitirnos, a través de una pantalla, una imagen o un sonido que acaricie la herida de la soledad y el encierro.


César Salvatierra es agente comunitario y especialista en diversidad y temas interculturales. Es periodista y relacionista público de Hispanophone Lea más artículos del autor.



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