Quebec arderá cada vez más por la crisis climática

Foto: Ville de Chapais.

El empeoramiento de la crisis climática tendrá como efecto aumentar el número y la intensidad de los incendios forestales en Quebec durante los próximos años, señalan los expertos en la materia consultados por el diario Le Devoir.

Es probable que la temporada de incendios forestales, que acaba de comenzar, continúe con una intensidad sin precedentes en los próximos días y semanas, advirtió el primer ministro François Legault.

La Sociedad para la Protección de los Bosques Contra Incendios (SOPFEU) informó de más de 1.600 km 2 de bosques afectados por los incendios, casi cuatro veces la superficie de la isla de Montreal. La magnitud de la crisis es incalculable en comparación con los últimos años, ya que la media de 10 años asciende a 2,5 km 2 en la misma fecha.

“El calor que hemos visto este año es propicio para los incendios. También hay cada vez más árboles muertos en los bosques, debido a las epidemias de insectos y las sequías. Y los árboles muertos se convierten en combustible. Así que vemos cada vez más estos ciclos de retroalimentación positiva, con un aumento en los incendios, su gravedad, etc.”, explica Christian Messier, profesor de ecología forestal en la UQAM y la Universidad de Quebec en Outaouais.

Lo peor está por venir en Canadá, advierte. De hecho, varias provincias corren el riesgo de sufrir cada vez más estos incendios, incluido Quebec. Si bien el bosque boreal es un ecosistema históricamente propenso a los incendios, el calentamiento global nos está empujando hacia una salida de esta “variabilidad natural”. Resultados: las áreas quemadas anualmente podrían multiplicarse por dos o incluso por cuatro en las próximas décadas, según el Sr. Boulanger.

Abitibi-Témiscamingue, Baie-James y el norte de Saguenay-Lac-Saint-Jean serán las regiones más afectadas.

“Comenzarán a ocurrir incendios en bosques donde no hay antecedentes de incendios. Los bosques que probablemente se quemarán se quemarán más y los incendios regresarán demasiado rápido para permitir que los bosques se regeneren. Corremos el riesgo de acabar con más colapsos de ecosistemas y un aumento de las emisiones de CO2”, añade Christian Messier.

En un intento por limitar los daños, urge revisar la gestión forestal, según los expertos consultados por Le Devoir. Abogan por una mejor protección de los últimos bosques viejos, que son más resistentes a los incendios.

Christian Messier, por su parte, insiste en la necesidad de una “estrategia” de adaptación que permita diversificar mejor los bosques durante la reforestación. Esto podría significar, por ejemplo, plantar especies que se adapten mejor a los incendios, o incluso agregar tantas maderas duras como sea posible, que son menos vulnerables a su propagación.

Fuente: Le Devoir

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