Nuestro idioma y cultura van poblando el norte y no se detendrán. Una escuela en Montreal cultiva en sus alumnos los vínculos lingüísticos y culturales con la lengua materna: el español. Se llama Instituto Español de Montreal y tiene casi medio siglo haciéndolo. La escuela se ubica en 5850 de la avenida Carignan (École Secondaire Louis Riel).
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Por Carlos Bracamonte
Dos muchachos han subido al bus y se han sentado al fondo para hablar de la escuela y de sus compañeros de clase. Comienzan la charla en español, discurren al francés, vuelven al español, dan alaridos en inglés, se ríen, recaen en el francés y, antes de bajarse, uno le dice al otro: “mi mamá hizo enchiladas”.
¿Por qué no hablan en un solo idioma?
— Porque saben que los comprendemos — responde la maestra Rosana Mateos, directora del Instituto Español de Montreal — Ellos saben que los comprendemos. Saltan de un idioma a otro y esto es algo muy típico de Montreal. Están acostumbrados porque en casa lo hacen. Por ejemplo, los niños de padres hispanos muchas veces no hablan en español porque saben que hablando en francés en casa alguien los va a entender. Incluso en público, los padres, cuando les quieren decir algo, lo hacen en francés o en inglés, por esa pauta de que no es de buena educación hablar en otro idioma delante de los invitados. Otras veces, cuando los niños se comunican en francés o inglés y sólo reciben respuestas en español, ellos tienen como un sentimiento de frustración, pues no se habla como ellos quieren. Reitero, este es un fenómeno muy específico de Montreal.
Algo innato en los niños y en los adolescentes que crecen en esta metrópoli. La costumbre de saltar de una lengua a otra como quien cambia de idioma en Netflix, aunque siempre con un contrabando entre sus frases: se castellanizan palabras y verbos del francés y viceversa.
En una de las aulas del Instituto Español de Montreal (IEM), la escuela más experimentada en la enseñanza del español de esta ciudad (fundada en 1972), 25 niños de 5 años de edad acaban de aprender la historia de San Patricio y su trébol de 4 hojas. Su profesora se las ha narrado en un castellano exacto. Ella les pide ahora que nos cuenten un poco lo que recuerdan del relato. Al principio, bien estimulados por la maestra, discurren sin tropiezos en la historia, echan mano de frases cortas o palabras sueltas en español. Lo hacen bien. Algunos niños provienen de familias con padres hispanos o al menos uno de ellos lo es. También hay hijos de hispanos de segunda generación, es decir, aquellos hispanos que arribaron a Canadá cuando eran pequeños o que nacieron aquí.
— En el caso de los niños de este grupo de 5 años, el objetivo es que puedan expresarse sin dificultad en un español acorde a su edad — nos explica la directora del IEM, Rosana Mateos — al principio, muchos de ellos sí comprendían el español pero no podían expresarse. Por eso, como primer paso para que se familiaricen con la lengua, creamos el programa de español inmersión con juegos. En nuestra escuela los niños están agrupados de acuerdo a su edad y a su dominio del idioma. Somos una escuela de enseñanza complementaria no sólo para hijos de hispanohablantes, sino también con padres de otras procedencias (tenemos alumnos vietnamitas, europeos, francófonos del Caribe).
Aquí no se enseña español
A simple vista, el IEM podría parecer una escuela dedicada a la enseñanza del español en niños, jóvenes y adultos. Pero no lo es.
— No somos una escuela para aprender sólo español — nos aclara la directora Rosana Mateos — Nosotros ofrecemos cursos escolares como en nuestros colegios de Hispanoamérica. Dictamos lengua, literatura, ciencias sociales (historia y geografía).
Otro de los valores agregados de esta escuela es que sus alumnos de secundaria del tercer y cuarto año reciben como reconocimiento 8 créditos del Ministerio de la Educación de Quebec que son agregados a sus créditos al finalizar sus estudios secundarios.
La española Rosana Mateos fue maestra en su patria y llegó a Montreal convencida de que seguiría formando alumnos y, en la lejanía, promover la enseñanza de la lengua y la cultura hispanas. Los niños parecen dar fe de la dedicación de sus maestros pues en cada aula que visitamos nos recibieron muy cómodos con palabras en español en la punta de los labios, y rodeados de imágenes y elementos de una cultura que ya no les será ajena.
En otras salas, los papás esperan a sus hijos. Algunos se han inscrito también en clases, principalmente los papás no hispanohablantes y los hispanos de segunda generación. Estos últimos desean avanzar con sus hijos en el dominio de la lengua y, quizá, como un motivo de fondo, rescatar del olvido la cultura y las historias que alguna vez escucharon de boca de sus padres, de sus parientes y de sus abuelos. Saben que en el futuro sus hijos cuidarán la lengua.
Aquí puede consultar los programas y matrículas del Instituto Español de Montreal .
Informes: 514 273 3601 o en su cuenta Facebook y en Instagram.
Dirección: 5850 de la avenida Carignan (École Secondaire Louis Riel)
Carlos Bracamonte es director de la revista Hispanophone de Canadá. Periodista y paralegal en inmigración a Canadá. Lea más artículos del autor. Contacto: revista@hispanophone.ca.