Una ópera para el mañana: Mariana de la Rosa

La mezzo-soprano Mariana de la Rosa Lizárraga, radicada en Canadá, es una cantante de ópera y artista independiente mexicana con una propuesta novedosa y futurista.  
Por Hispanophone

Los papeles que se encarnan en la ópera dependen del timbre vocal. La voz de la hispanacanadiense Mariana de la Rosa se sitúa en el camino intermedio de la escala. “Así lo establecen los compositores, depende del tipo de voz que recibes al nacer”, explica la cantante desde el estudio de su casa.

Mariana de la Rosa estudió durante ocho años una Licenciatura en Música en la Universidad Autónoma de Nuevo León (México). En agosto de 2017 se mudó a la Universidad de Sherbrooke, en Quebec, con la idea de quedarse cinco meses. Pensó: “haré lo mejor que pueda, dejaré una buena imagen”.

Pero su intuición le decía: canta y busca tu propio camino. No te frenes.

Siguió ese impulso.

Entonces rentó una sala y contrató a dos amigos para que la ayudaran en un espectáculo ya que era demasiado trajín para ella sola representar un personaje, actuar y luego cantar. Así montó su primer concierto Dualité: soirée de personnages d’opéra. Lo presentóenla Salle Le Tremplin, en la ciudad de Sherbrooke.

En este concierto encarnó personajes masculinos vestida de esmoquin. Ahí resurgía el príncipe ruso Orlofsky de la ópera el Murciélago de Strauss. Luego Querubino, un adolescente que descubre el amor cantando en las bodas de Fígaro. Fugazmente salía en escena Orfeo en el momento trágico en que pierde a Eurídice.

Más adelante, Mariana de la Rosa interpretó personajes femeninos como la fatal Carmen y luego a Dido, princesa de Cartagena que muere de amor alucinante en la ópera.

“Fue un concierto para presentar muchos personajes muy queridos de la tesitura mezzo-soprano. Era como decirle al público: mire, así es la ópera. Así es nuestra experiencia como mezzo-soprano y podemos contar la historia de un muchacho de 13 años que está descubriendo el amor y la de una mujer que se está muriendo”, explica Mariana.

Te quiero dijiste (María Grever) – Mariana De la R

¿Ahora, cuál camino elijo?

Con la experiencia de aquel concierto, la artista mexicana mejoró sus siguientes montajes. Estos ganaron mayor profesionalismo. Su meta como artista independiente es mostrar la ópera de modo tal que la gente se sienta identificada con sus personajes, con esas historias viscerales, pese a haber sido escritas en otros idiomas y hace mucho tiempo.

En el camino de Mariana siempre ha estado el gusto por las lenguas. Tiene facilidad con estas. Descubrió el francés a los 15 años en la preparatoria. Habla inglés desde pequeña porque estudió en una escuela bilingüe. Después, al iniciarse en la ópera, aprendió italiano. Esto le ha ayudado a ahorrar tiempo en el estudio de las piezas que interpreta. El alemán ha sido el más difícil, ya que las palabras son muy largas. Pero, irónicamente, el francés es la lengua con la que más ha batallado para cantar. 

Sentada en su estudio de paredes blancas y con piano al fondo, se pregunta ¿qué le gustaría ver como público, escuchar y tener como experiencia musical en un concierto?

Esa es la premisa para diseñar sus conciertos. Esto la ha convertido en una artista dedicada a las producciones independientes. Ella misma crea un concepto, un concierto, una experiencia y la presenta al público. Nunca le ha tocado participar de una producción de ópera, así tal cual, en la que podría encarnar un personaje con disfraz, un personaje top.

“Creo que cada concierto ha tenido lo suyo. Tiene su reto y un aprendizaje. Con Dualité la mejor experiencia detrás del evento es que fue la primera vez que produje algo. Ver que salió bien y que al público le gusto fue muy agradable. Sobre todo, porque yo antes sufría de pánico escénico. Con Dualité fue la primera vez que dije: “se acabó esto, lo voy a hacer bien, me voy a enfrentar a ese miedo y va a salir todo bien”, recuerda la cantante.

Dualité: soirée de personnages d’opéra presentado en Salle Le Tremplin, Sherbrooke. Crédito archivo personal Mariana de la Rosa.

– En su trabajo está presente ese interés con el tema de la dualidad, como esa belleza de la flor y a la vez el dolor de su espina. Digo esto por su reciente disco Rosas y Espinas. Cuéntenos un poco de esta producción.  

Sí, como que tengo la tendencia a los extremos. Rosas y Espinas originalmente fue mi segundo concierto presentado en Sherbrooke y Montreal. Fue un proyecto que creé con canciones italianas y mexicanas. Es exactamente una cuestión de explorar el amor y el desamor. Todos nos hemos enamorado y nos han roto el corazón, todos lo vivimos una vez en la vida, nadie se salva. Las canciones italianas son muy de ese contexto. Son: te amo o me estoy muriendo porque me dejaste. Son muy viscerales, punitivas y tengo la impresión de que las canciones mexicanas son también así. Ese disco está actualmente en producción, no los hemos podido terminar por todo esto de la pandemia”.

Hablando de la pandemia, ¿qué dificultades encontraron durante la crisis sanitaria en su gremio, que en parte vive del encuentro con el público, y cómo las superaron?

“No le voy a mentir. Como persona y como profesionista he intentado estar muy tranquila y muy positiva al respecto, y decir: algún día va acabar. Pero hay días que inevitablemente uno dice: ¡ay! es que esto es lo que más me gusta hacer en la vida y no lo puedo hacer. Pero los últimos meses del 2021, tuvimos una mini ventana. Reabrieron unas salas de espectáculo. Tenía un proyecto cocinándose y aproveché para presentarlo. Se llama Synesthésie: Musique et couleurs”.

¿Y de qué trata?

“Uf, es parte de un proyecto súper bonito. La idea nació de toda esta cuestión de la pandemia justamente. Es un concierto que une la música y el arte visual. Gira alrededor del arcoíris que ha sido el símbolo de la pandemia durante todo este tiempo. Tengo un amigo que tiene el don de sinestesia que es poder ver colores en la música y le dije: oye, Héctor, escúchate estas piezas y me dices qué color ves. Pensé que iba a ser como un color nada más y, entonces, me regresa el documento y las piezas con muchísimos colores. Contacté al artista Etienne Saint-Amant que es un actor visual muy conocido aquí en la región de Estrie en Quebec. Él hace cuadros a partir de cálculos matemáticos y lo que crea es increíble. Lo que se viene con Synesthésie, es un arte del futuro”.

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Mariana de la Rosa Lizárraga, cantante y artista independiente. Crédito archivo personal.

Está siempre presente el folclore mexicano en su propuesta artística. Háblenos sobre la importancia de destacar esto. 

“Lamentablemente aquí la gente no tiene mucha más información de México que lo que llega de Estados Unidos. Hay mucho estereotipo sobre el narcotráfico y la violencia. Para mí siempre ha sido muy importante desde que llegué a Canadá tanto en una conversación como en la música difundir lo bonito de mi país.  Lo que hace que seamos tan conocidos culturalmente a nivel mundial. Que se promueva de la manera que debe ser. Cantando “Cielito lindo” acá se siente muy bonito poder compartir eso. El disco “Rosas y Espinas” son piezas mexicanas que uno canta a manera de ópera”.

Sabemos que también pertenece a un grupo de mariachi. ¿Cómo surgió la creación de este grupo en la región de Estrie?

“El grupo se llama Gesta Mexicana y lleva 25 años tocando aquí. Estaba en un restaurante, los vi tocar y dije: “¡ay, mariachis!”. Contacté a Ramiro Macario, su fundador. Le dije que quería unirme a sus filas pero que no tocaba ningún instrumento y podía hacer más show. Eventualmente aprendí a tocar guitarra. Y ahora canto y toco. Y de hecho es chistoso, todos somos latinos, pero yo soy la única mexicana”.

¿Qué nuevos planes hay en su carrera, como nuevos discos o personajes que quiera desarrollar?

“Lo primero es volver a hacer ópera, esa es mi meta a corto plazo. Hay un proyecto súper bonito que espero llevarlo a muchas partes de Quebec y, si pudiera, también a Ontario. Sobre el lanzamiento del disco espero que ya pronto tuviera la importancia que se merece. Hay otro proyecto por ahí de música mexicana. Lo estoy cocinando en mi cabeza, mitad de canciones mexicanas con mariachi y otra mezcla de ópera con mariachi”.

El camino de Mariana de la Rosa también está surcado por la pedagogía. Transmitir y compartir conocimiento es otra de sus pasiones, es maestra en una escuela privada en Sherbrooke. Para ella, enseñar también es aprender.

Ella siente que ha podido integrarse bien en su experiencia como inmigrante en Canadá. En la escuela de música, en un ambiente artístico, ella siente que la gente es muy humana. Desde el día que llegó la integraron, le enseñaron poco a poco la cultura y ha tenido la suerte de tener muchos amigos con los que comparte el amor por crear algo nuevo, como el concierto Synesthésie: Musique et couleurs, unapropuesta digital y moderna que Mariana llama el arte del futuro. Su sueño de una ópera para el mañana.


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