Víctor Armony, un profesor hispano en política

El profesor Víctor Armony al lado de la alcaldesa de Montreal, Valérie Plante, durante la presentación de su candidatura con el partido Projet Montréal por el distrito de Snowdon en julio de 2021 (foto Radio Canadá).
El investigador y docente Víctor Armony es reconocido en la metrópoli por sus aportes en lucha contra la discriminación, el racismo y la inseguridad pública. Inmigró hace 30 años desde Argentina y ha sido profesor de la UQAM por dos décadas. Pero hoy deja la academia y el activismo para incursionar en política. Candidatea con el partido Projet Montréal para ser concejal del distrito de Snowdon, uno de los vecindarios más multiculturales de la ciudad. ¿Por qué un profesor de prestigio se lanza en política?
Por Carlos Bracamonte y César Salvatierra
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Primer mandamiento de todo buen candidato: hay que saber escuchar a la gente.

— Señora, dígame, ¿qué es lo que les hace falta?

— Mire, señor, nosotras venimos a jugar a las cartas a este parque. Pero no hay luz. Necesitamos luz, señor. Cuando usted sea concejal queremos una luz aquí, para poder jugar a las cartas con mis amigas.

El profesor Víctor Armony continúa con su diario recorrido a pie o en bicicleta por el barrio de Snowdon, donde vive hace más de veinte años. Quiere seguir escuchando las inquietudes de sus vecinos. Los está buscando en los parques bajo el verano de la pandemia, se les acerca respetando el distanciamiento, se presenta, los escucha, conversa.

Víctor Armony, que en su trayectoria no ha sido un académico de gabinete, sino más bien un investigador interesado en lo ocurre en la calle, conoce muy bien los problemas de fondo de su vecindario (inseguridad pública, desorden urbano, escasez de espacios). Pero ha notado muy pronto que hay asuntos y problemas cotidianos de los vecinos que demandan acciones rápidas, y que pasan inadvertidos si no se escucha a la gente. Si lo eligen, no quiere que el poder lo divorcie del ciudadano de a pie.

— Aunque las personas se interesan por los grandes problemas del país o de la ciudad, si tú les preguntas qué es lo que quieren cambiar, entonces sus respuestas suelen ser más cotidianas de lo que esperamos — nos explica el profesor Armony en una tarde de sol — Es como aquella señora que me pide solo un poco de luz para seguir jugando a las cartas con sus amigas o la preocupación que comparten dos vecinos de origen filipino:

— El problema es la renta, señor, están subiendo los precios en todos lados. Si sigue así, tendremos que irnos — le dijeron los dos vecinos inmigrantes.

Armony no les miente con la promesa del candidato urgido, con lo que seguramente los votantes quieren escuchar. El gobierno municipal no puede bajar las rentas, pero sí puede tomar medidas como reservar viviendas familiares accesibles.

— La gestión municipal actual ya está actuando en ese sentido. Pero hace falta reforzar más ese tema — explica Armony.

En las elecciones de noviembre próximo, el profesor experto en temas de seguridad pública, quiere ser electo como concejal por el distrito de Snowdon, en Côte-des-Neiges–Notre-Dame-​de-Grâce, el arrondissement más multicultural de Montreal. Intentará suceder al concejal Marvin Rotrand, viejo político en el cargo desde 1982 de forma ininterrumpida.

Víctor Armony hace campaña en los parques y calles de su barrio en Snowdon conversando con los vecinos (foto: Facebook de Víctor Armony).

¿Qué promete usted a los vecinos de su distrito? ¿Qué hará concretamente para ayudar a mejorar sus vidas?

— Hay asuntos que se pueden resolver a nivel de la ville, por mi parte dirigiré mi esfuerzo a la seguridad pública. Cada vez hay mayor inquietud de los ciudadanos en esto. La idea no es solo poner más presupuesto para equipar mejor a la policía, porque queremos una policía cercana a su comunidad, que trabaje con las diferentes comunidades. Hablo de inseguridad para referirme a los diferentes miedos de la población, desde los cotidianos como el temor cruzar la calle, a la falta de orden del tránsito vehicular, a la falta de áreas verdes. Mi interés está puesto en darle tranquilidad a las familias.

Sin embargo, la ciudad sigue creciendo y asuntos como el tránsito vehicular se agudizan…

— Es verdad, pero se trata también de facilitar el acceso a la gente a una mejor calidad de vida. Por ejemplo, hay un gran proyecto que me antecede y que estoy estudiando: el desarrollo de un quartier ecológico. Crear un espacio donde puedan vivir familias, donde se tome en cuenta el entorno, que no sea solo torres y torres de condominios, una al lado de la otra. Por ejemplo, hoy se tienen que hacer muchas obras de infraestructura porque no hubo antes un planeamiento. Son problemas de hace 30 años. A mí no me gusta abrir la puerta de mi casa y ver una obra. Por otra parte, en el plano del acceso y la calidad de vida, por ejemplo, a un vecino le pregunto: dígame, dónde usted vive, cuando va a hacer compras, ¿siente que los comercios le brindan lo que requiere? ¿Ir a tomar el metro le parece una aventura riesgosa? A esos temas me voy abocar.

Dirigiré mi esfuerzo a la seguridad pública. Cada vez hay mayor inquietud de los ciudadanos en esto.

Víctor Armony

¿Por qué decide candidatear con Projet Montréal?

— Hubo dos elementos claves. El primero es que me atrae la propuesta de Projet Montréal. Esa voluntad de no hablar de la diversidad como algo de donde surge una especie de clientelismo. Es decir, hablar por hablar de la diversidad. Hay una voluntad democrática en el partido donde las diferentes comunidades comienzan a tener una participación real. El otro elemento ha sido la clara voluntad que encontré para mejorar la seguridad pública cuando recibí el encargo de la ville de Montreal para investigar el tema con la policía. No digo que a los otros partidos no les interesa este asunto. Pero Projet Montréal es un partido con militantes, con voluntarios, con gente que debate. No he visto lo mismo en otros grupos políticos que más bien se erigen alrededor de figuras públicas y se apoyan más bien en la colaboración de profesionales destacados.

El candidato Víctor Armony fue uno de los investigadores que elaboró en el 2019 el informe sobre las detenciones del Service de Police de la Ville de Montréal (SPVM) a la luz de la diversidad étnica. También ha participado en un diagnóstico de seguridad pública sobre la violencia cometida y experimentada por los jóvenes en Montréal-Nord, entre otros reportes donde confluye el análisis del racismo, la discriminación y la inseguridad ciudadana.

En el 2017 hubo una controversia sobre el tema de la encuesta sobre la discriminación laboral de los inmigrantes en Quebec. Usted promovió una encuesta propia sobre el tema enfocada en la comunidad latina. Los resultados de esa muestra indicaron que la discriminación es sistemática. En sus investigaciones, ¿ha podido identificar a los grupos que se resisten a los cambios que causa la inmigración?

— Es evidente que en ciertos sectores de la población hay una resistencia a admitir que existe discriminación sistémica. Yo veo dos grupos. Uno que es el que niega que hay racismo, que piensa que la gente desempleada está así porque no hizo el esfuerzo suficiente. Quizá sea este un sector más conservador o individualista que piensa: no me digan que yo soy el culpable por haber nacido aquí. Y hay otro sector con el que sí se puede dialogar. Es el que no comprende del todo el término de que el racismo es sistemático y está abierta al debate. Que sea sistémico significa que las instituciones están configuradas de tal modo que les restan oportunidades a los miembros de determinados grupos. Lo hemos visto con las mujeres durante décadas, que ganen menos que los varones, por ejemplo. Son barreras que bloquean el camino de las personas por su género. Ocurre lo mismo por el origen de las personas. Sin embargo, si las personas sienten que las estamos acusando de racistas, se crearán más resistencias. Una salida para mejorar la situación es la diversidad en la función pública, que consiste en dar oportunidades reales en cargos a la gente de la diversidad. En Quebec aún faltan muchos cambios en ese sentido. Las estadísticas indican que hay que dar mejores chances, que hay automatismo en actitudes que se ejercen en contra de otros. Por ejemplo, a veces a los latinos se nos ve como personas empáticas, pero quizá eso no sea considerado un atributo para el perfil profesional de un sector, donde piensan que se requiere a alguien más bien pragmático, frío, guiado por el cálculo.

Mi aporte es no solo de opiniones, sino de investigaciones, con datos: esto es lo (poco) que ganan los latinos en Quebec y es un problema. Encontremos las causas, hagamos las buenas preguntas.

Víctor Armony

La comunidad latina es la tercera o cuarta peor pagada en Montreal, ¿las cifras de sus investigaciones validan este hecho?

— Exacto. Con Donald Trump hemos visto que hoy la verdad y la mentira se mezclan. Por eso tenemos que tener cuidado de no alejarnos de los hechos. Mi aporte es no solo de opiniones, sino de investigaciones, con datos: esto es lo (poco) que ganan los latinos en Quebec y es un problema. Encontremos las causas, hagamos las buenas preguntas.

Es seguro que la pandemia ha afectado también los planes de la gestión municipal de Montreal, pero ¿qué temas piensa que no se han abordado lo suficiente?

— La respuesta fácil es: todo puede ser mejorado. Pero soy muy sensible al tema de la discriminación, y al de la diversidad, pero no entendido como un folclor, sino que quiero ver más diversidad en los espacios de poder y de toma de decisiones. Esto se logra no solo poniendo candidatos de la diversidad, sino al momento de tomar decisiones, con su presencia de verdad. Sin embargo, creo que falta mayor presencia de gente que no es oriunda de aquí. Por ello, si ganamos, así como mi tema será la seguridad pública para todos y por igual, sin distinción de origen o identidad, otra de mis preocupaciones será la presencia real y efectiva de personas de las comunidades. Hay que lograr que no haya una especie de multiculturalidad de apariencia.

En 2019, Víctor Armony (primera fila, atrás) fue uno de los promotores del Mes de la Herencia Latinoamericana de Montreal, aquí junto a la alcaldesa de la ciudad Valérie Plante y destacados profesionales latinoquebequenses (foto: Facebook).

Han pasado más de treinta años desde que Víctor Armony llegó a Quebec desde su país natal, Argentina, en agosto de 1989. Allá fue un estudiante que, como miles de sus compatriotas, repudió la dictadura que soportó su país hasta los años ochenta. Para Armony, los hispanos llegamos a Canadá ya marcados por la política, curtidos para bien o para mal. Recibimos entrenamiento para resistir debido a las vicisitudes de los malos gobiernos que, casi siempre, nos obligan a inmigrar.

Armony es respetado en la academia canadiense. Ha sido profesor e investigador durante dos décadas en el Departamento de Sociología de la UQAM. Es autor de numerosos estudios científicos, también es consultado con frecuencia por la prensa en francés, en inglés y en español sobre temas sociales y políticos de actualidad. Es reconocido por sus aportes en la comunidad hispana. Ha sido uno de los promotores y primer presidente del Mes del Patrimonio Latinoamericano de Montreal.

En los últimos tiempos intensificó su activismo, aunque parece ser más bien alguien que prefiere trabajar con discreción, sin hacer mucho alarde de sus logros. Su naturaleza de investigador lo persigue. En unos años más podría irse a la retraite con todos los honores. Dedicarse a la lectura de los libros postergados, al turismo vivencial en el otoño de la vida. Una trayectoria intachable, doblemente meritoria por ser un inmigrante, pero que ahora pone en juego.

Si me ofrecieran ser candidato a diputado, sin duda es tentador, pero no me interesaría tanto, porque la función municipal es lo que me importa: velar por la calidad de vida de las familias.

Víctor Armony

¿Por qué lanzarse a la arena muchas veces movediza de la política?

— Siempre me interesó la política. Viví como estudiante la transición democrática de mi país. Sentía que la democracia era algo personal. Mi especialidad era la sociología política. Seguí trabajando sobre temas de ciudadanía, estado, políticas públicas. Luego me orienté al tema de la inmigración, la diversidad y el racismo. Estaba cada vez más implicado en la comunidad latinoamericana. Comencé a tener mayor contacto con organismos comunitarios, con activistas, con artistas. Ya no era un observador, sino un actor. Tuve mayor conciencia de los problemas colectivos. Conocí gente del partido y un día me preguntaron si estaba interesado en participar. A veces me da un poco de miedo y me digo: “qué hice”. Zambullirse en la realidad social es un gran desafío, con las dudas y las certezas que implica. Es como cuando inmigramos, uno sube al avión y no sabe si tomó una buena decisión, pero ya tengo mis años y una amplia experiencia de vida. Si me ofrecieran ser candidato a diputado, sin duda es tentador, pero no me interesaría tanto, porque la función municipal es lo que me importa: velar por la calidad de vida de las familias.

Más allá de que sea elegido o no, Armony confiesa que le quedará una secreta satisfacción por haberlo intentado en su condición de inmigrante. Cerraría el círculo de todo el proceso de su integración: fue acogido en una sociedad que le dio la oportunidad de estudiar, de desarrollar una carrera, de construir una familia, que lo ha hecho sentirse como en casa. Y ahora intenta representar a quienes lo acogieron hace treinta años o como él mismo expresa:

— Llegar a ser representante del pueblo. Bueno, soy del pueblo.


Carlos Bracamonte es director de la revista Hispanophone de Canadá. Periodista, agente de servicio en temas inmigratorios, especialista en comunicación, diversidad cultural y gestión de proyectos. Lea más artículos del autor. Contacto: revista@hispanophone.ca.

César Salvatierra es agente en temas interculturales y director de proyectos de la revista HispanophoneLea más artículos del autor.  Contacto: revista@hispanophone.ca