Corazón migrante: cuando debes empezar de cero varias veces

La empresaria y filántropa Verónica Sosa radica en Bélgica y ayuda a las mujeres inmigrantes (foto: álbum personal).
Por Merling Sapene

Inmigrar es un cambio radical con alto impacto en nuestras vidas. Sin embargo, el primer remezón emocional que recibió Verónica Sosa fue el divorcio de sus padres cuando tenía 13 años de edad. En medio de su adolescencia, la ruptura familiar le hizo perder el interés en los estudios. Andaba perdida con las indecisiones propias de esa edad. Después de deambular por carreras que siempre dejaba a la mitad, obtuvo un certificado en mercadeo y publicidad.

Durante seis años soportó una relación sentimental conflictiva. Explica que siempre se quedó callada por temor a la reacción de los demás. Sus padres le lanzaron un salvavidas que le permitió irse muy lejos: de Venezuela hasta Islas Canarias, en España.

Como nueva inmigrante y sin estatus legal en el país, comenzó de cero. Sin papeles en regla no consiguió trabajo. Pero encontró uno como mesera en un restaurante. Lo que ella no sabía es que precisamente en ese empleo aprendería competencias claves para lo que después sería su gran logro profesional: servicio al cliente, contacto con la gente, entender sus necesidades, comprender otras culturas, etc. Con el tiempo, legalizó su residencia en el país y obtuvo trabajo como secretaria en una empresa de publicidad. Escaló hasta un cargo directivo.

En este tránsito conoció a su actual esposo de nacionalidad belga. Quedó embarazada de una niña. La vida le mostraba su mejor rostro. Pero un día despertó con la noticia de otro gran cambio.

Su esposo le propuso irse a Bélgica. Ella aceptó sin dudar. “Me sentía poderosa, que todo lo podía lograr”, recuerda. No sabía lo que en realidad le esperaba.

En la pequeña Bélgica el choque cultural fue demasiado drástico para Verónica. No solo se enfrentaba a un nuevo clima y forma de vida. Todas las puertas se le cerraban por no hablar el idioma. Notó que debía comenzar de cero después de tanto esfuerzo.

Con una bebé recién nacida, Verónica se preguntaba: ¿y ahora qué voy a hacer con mi vida?, ¿con mi futuro, con mi pasión?  El impacto la condujo a una profunda depresión. “El tema de depresión muchas veces se toma muy a la ligera. Yo no paraba de odiar todo lo que me rodeaba, no me arreglaba, atendía a mi hija como podía, me sentí muy infeliz, era como si una nube negra me persiguiera, tenía migrañas, insomnio. Yo me encerré en mí misma en lugar de pedir ayuda”

A causa de toda esta situación, tuvo una ruptura temporal de su matrimonio. Una etapa de oscuridad que a ella le pareció infinita.

En ese desierto interior recordaba el aliento de su padre: “tú sí puedes con esto”.  Finalmente, encontró su propósito de vida

Por recomendación de su médico, Verónica comenzó salir de su “encierro” para vincularse con los demás a través de en un programa de integración e idiomas. En el grupo, otras mujeres transitaban por la misma situación.

¿Si hay gente como yo que necesita una mano amiga, un abrazo, sentirse escuchada, por qué no conectarse con mujeres para apoyarse unas a las otras? Juntas siempre será mejor”, explica.

Verónica dice: “cuando migramos, echamos de menos nuestras familias, queremos sentirnos acompañadas, quise formar un grupo para contarnos nuestras historias, ya que todas teníamos un denominador común: “la tristeza”, y lo que decidí fue “amar a mi prójimo, como a mi misma”, amarme y tenderle la mano a aquellas mujeres que lo necesitan”.

“Todos los inmigrantes poseen un punto extra, un toque especial. Es un trabajo duro, porque no estamos en casa y lo que más deseamos es sentirnos en casa. De hecho, Bélgica es hoy mi hogar, aunque honraré siempre a mi país natal. Hoy valoro todo lo que tengo”.

Actualmente, Verónica Sosa es fundadora Business Fit Academy y Business Fit Magazine, y creadora de SHE (Society for Hispanics Entrepreneurs Globally). Se convirtió en una destacada mentora empresarial para la comunidad hispana y presidenta de la Cámara de conferenciantes hispanos internacionales en Bélgica.

Su historia me dejó estas reflexiones:

1. Los cambios fuertes en la vida nos marcan para siempre, lo importante es aprender de ellos

2. Todo lo que estudiamos y aprendemos en la vida, hasta las cosas más simples, nos puede ser útiles, no importa el tiempo que pase ni dónde nos encontremos.

3. Como padres tenemos impacto profundo en nuestros hijos. Cuando menos pensamos, una palabra de aliento los puede sacar de lo mas profundo de la oscuridad.

4. En los lugares de tristeza, depresión es importante buscar cual es el “regalo especial” que solo se encuentra allí, y seguramente encontramos la respuesta a la pregunta que tanto estamos buscando

5. No podemos menospreciar el choque emocional que podemos vivir al cambiarnos de país, aun teniendo familia y apoyo, la vivencia es personal e individual, cada uno lo vive diferente.

6. ¡Nuestro pasado no determina nuestro futuro y el cielo es el límite!

7. Es importante “sentirnos en casa” en donde estamos para evidenciar una integración exitosa.

Muchos, como Verónica, sufrimos traumas como abusos, fracasos, conflictos, divorcios, depresión, el proceso de migración, entre otros. Sin embargo, la búsqueda de respuestas, el “dar” lo que nosotros mismos necesitamos, la perseverancia y pasión que ponemos en el propósito de nuestra vida, nos pueden hacer llegar mucho más lejos de lo que creemos.

Si deseas conocer más de Verónica Sosa, te comparto este video.


Merling Sapene es experta en manejo de cambio, coaching y responsabilidad social corporativa. También es certificada gerente de proyectos de alto impacto social por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). ha creado el programa “Corazón Migrante” para que los inmigrantes del mundo no vivan las mismas dificultades emocionales que ella padeció, y generar un impacto positivo en su integración. Este proyecto les brindará estrategias para una integración eficaz y plena en su nueva sociedad. Venezolana de origen y fundadora de la organización MSTransition.

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