Un país en otro lugar

Elsewhere se presenta en el Centaur Thatre entre el 24 y el 27 de enero (Foto: Liv Wright).

Elsewhere es la pieza teatral donde los personajes cuentan sus experiencias en la crisis venezolana. La obra fue escrita por la actriz y dramaturga venezolana-canadiense Joy Ross-Jones y es dirigida por Cristina Cugliandro. Va del 24 al 27 de enero en el Centaur Theatre de Montreal.

Por Humberto Medina

Elsewhere. En otro lugar. No aquí. El título de la obra de teatro puede ser una respuesta a una pregunta que refleja la situación de muchos venezolanos que han tenido que salir de su país para escapar de una de las crisis más desoladoras de las últimas décadas. ¿Qué hacemos? ¿A dónde nos vamos? Adonde sea, a otro lugar.

La obra, escrita en inglés, enfrenta la situación del país desde las voces y las perspectivas de diferentes personajes que hablan desde “otro lugar”, personajes que necesitan la distancia –real o simbólica, pueden estar o no en Venezuela– para encontrar las palabras que les permita enfrentar la reciente historia de un país que se convertido en una herida para muchos. Elsewhere empezó a tomar forma en 2014 cuando el país atravesaba por una de las olas de protesta más intensas de sus últimos años. Joy Ross-Jones veía desde la distancia la lucha de la población venezolana reclamando sus derechos y se preguntó cómo podría ella ser una voz que reflejara el eco de su país revuelto. Se preguntó, sobre todo, cómo podría también en el contexto canadiense hacer llegar la voz de Venezuela a un público que quizás no está al tanto de lo que sucede en “otro lugar”.

No podía ser sino desde su medio, desde el teatro. Entonces empezó a idear Elsewhere, una obra en la que ella encarna a una abuela, una reina de belleza, una joven participante de las protestas, un itinerante, un policía y una mujer venezolana-canadiense que desde diferentes experiencias quieren entender, explicar, reconstruir simbólicamente un país que, para ellos, está en otro lugar.

Foto: Liv Wright.

Para Cristina Cugliandro se trata de una obra viva porque su libreto no está cerrado, no es un texto sellado en el papel, muta y se adapta a la cambiante realidad venezolana. Tanto Joy como Cristina pasaron mucho tiempo investigando sobre la situación de Venezuela, la violencia y la escasez, para tratar de capturar los matices de una realidad compleja. Se acercaron también a los testimonios de venezolanos que contaban su experiencia tanto en el país como fuera de él para entender también desde dónde hablaban esas voces y cómo podían reflejar la herida que supone vivir o provenir de un país que parece estar en un interminable colapso. De muchas voces y experiencias Joy logra extraer la experiencia que finalmente se relata en los seis monólogos de sus personajes.

La situación venezolana en sí encarna una paradoja, la del constante cambio y la inmovilidad. En Venezuela no dejan de ocurrir acontecimientos políticos y económicos –aunque, vale decir, lo económico en Venezuela es en esencia político– que transforman la situación de su población, hay giros, nudos y aparentes desenlaces, pero todo ello, a su vez, ocurre dentro de un larga película que parece detenida. Nos movemos pero no nos movemos para ninguna parte. El escenario de Elsewhere refleja esta paradoja. La escena sencilla pero muy bien pensada. Una suerte de marcos de metal del tamaño del marco de una puerta, algunos abiertos y otros atravesados de barras de metal como en una reja, están colocados uno junto al otro como piezas de un dominó que se ordenan en fila para hacerlos caer. Las estructuras de metal tienen la suficiente separación como para que la actriz pueda moverse entre ellos y le permita a cada personaje tener su espacio. Lo interesante es que estos “dominós de metal” están en proceso de colapsar, los primeros de estos están inclinados y se están dejando caer sobre los otros pero su movimiento está detenido. Hay dinámica, hay movimiento, hay caída y colapso pero en un estado de suspensión. Es un estar cayendo que se resiste a clausurarse como proceso.

Otro aspecto interesante de la obra es el uso de las máscaras que, como comenta Cristina, no es usual en el teatro contemporáneo. Joy utiliza una máscara diferente para encarnar a cada uno de los personajes, lo que acentúa el gesto mismo del título de la obra: el rostro se transpone a otro lugar, al de la máscara.

Las máscaras también son una paradoja porque ocultan un rostro y a la vez revelan –o permiten revelar– una interioridad que requiere de un artificio para aparecer en escena. La máscara le da a Joy libertad para concentrarse en el cuerpo y en la voz y para sentirse más libre en la representación del personaje. ¿Y el soporte de la máscara? ¿La persona que está detrás en algún momento adquiere alguna presencia? Joy no quiso revelar nada al respecto, dejando a la portadora de la máscara como un canal para dejar oír las voces de un país que no deja de caer.

La obra es eco de preguntas que Joy no ha dejado de hacerse y que los venezolanos nos hacemos quizás cada día. ¿Qué pasó con el país? La obra no quiere y no puede ser una respuesta definitiva porque apunta más bien a encarnar diferentes experiencias. Pero la pregunta está ahí y la respuesta puede ser el eco de una herida. ¿Dónde está el país? En otro lugar. Elsewhere.

Elsewhere se presenta en el Centaur Thatre entre el 24 y el 27 de enero a las siguientes horas:

jueves 24 – 7:30

viernes 25 – 7:30

sábado 26- 3:00 y 7:30.

domingo 27 – 3:00

Los días 26 y 27, luego de la última función, habrá un panel de discusión sobre la situación venezolana.

Adquiera sus entradas aquí.


Humberto Medina es sociólogo e investigador literario. Fue profesor de literatura en la Universidad Simón Bolívar en Venezuela. Es candidato al Doctorado en Literatura de la Universidad de Montreal, escritor y editor de Hispanophone.