Por Vilma Filici (filici@filici.com)
Durante los últimos meses, cada vez que alguien contacta al Departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía para obtener información sobre los casos que se tienen pendientes, la respuesta que se obtiene suele ser más o menos la misma:
“Gracias por contactar al Departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC). Para poder responder a un alto volumen de preguntas relacionadas con la situación en Afganistán, hemos cambiado de lugar nuestros recursos en nuestro Centro de Apoyo al Cliente y estamos respondiendo solamente a casos prioritarios.
Solamente responderemos a las siguientes preguntas prioritarias:
- Clientes en una situación de crisis (como personas afectadas por la situación en Afganistán).
- Clientes en situaciones vulnerables (emergencias y pedidos urgentes).
- Clientes que deban reportar cambios de circunstancias, que tengan un impacto directo en su solicitud (como matrimonio, nacimiento de un niño o algo similar).
- Clientes que estén enviando documentos requeridos por nuestras oficinas.
- Cambios de información de contacto.
- Pedidos de parar una solicitud.
- Preguntas relacionadas con la solicitud de padres y abuelos del 2021.
Si tu consulta no es una de las prioritarias arriba mencionadas, no recibirás una respuesta.
Si has adjuntado documentación con tu consulta, ten la seguridad que será adjuntada a tu caso momentáneamente”.
Esto significa que, en estos momentos, los inmigrantes que están esperando una respuesta por cualquier tipo de trámite con el Departamento de Inmigración, Refugio y Ciudadanía de Canadá, y que han enviado una consulta preguntando el por qué su caso no se está moviendo, reciben automáticamente esta respuesta.
No hay duda de que se está viviendo una situación extremadamente frustrante para los clientes y para sus representantes, ya sean consultores, notarios de Quebec o abogados, a causa del volumen de trabajo que tiene el IRCC. Esto nos lleva a que nos encontremos con procesos no transparentes, procesos sin ningún tipo de dirección clara, mientras el IRCC ha cortado toda línea de comunicación.
Aun cuando ellos dicen en su respuesta que se dará atención a situaciones de emergencia, estas ya están definidas por el Departamento y no son necesariamente las que los clientes pueden tener.
Estos atrasos llevan ya mucho tiempo y, por supuesto, han empeorado exponencialmente con la pandemia. Sabemos que muchos procesos fueron suspendidos entre 8 y 12 meses y que se fueron retomando de a pocos mientras el gobierno creaba modos de procesar que no requieran asistencia presencial. También sabemos que el gobierno debe llegar a los niveles de inmigrantes de acuerdo con los planes para el 2021, que son 401 mil inmigrantes.
Con el cierre de las fronteras en casi todos los países del mundo y las medidas extraordinarias tomadas por Canadá para combatir el COVID 19, llegar al número presupuestado estaba en peligro. Se corría el riesgo de no llegar a esta meta y, por lo tanto, el ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía tomó consejos de distintos grupos relacionados con inmigración y sacó provecho de las personas que ya se encuentran en Canada.
Así, en febrero del 2021 anunció el puntaje más bajo en la historia del Express Entry, invitando a 27,332 personas a iniciar su trámite. En mayo se implementó el programa de paso de residencia temporal a residencia permanente para Estudiantes, Trabajadores de Salud, Trabajadores Esenciales y Trabajadores Francófonos. Si bien aún hay plazas para los trabajadores de salud, el número de personas que iniciaron su proceso está casi en los 90,000. También el puntaje para los casos de personas que se encontraban trabajando en Canadá se mantuvo relativamente bajo, permitiendo que miles de trabajadores fueran invitados a iniciar su trámite de residencia. Además, hay que agregar a los refugiados de Afganistán que Canadá está trayendo de acuerdo con la tradición de ayudar a los desplazados del mundo.
Estos atrasos y nuevos programas han hecho todos los procesos mucho más lentos. Si bien lo que ha estado haciendo el gobierno es loable, también es cierto que ha ocasionado mucha frustración para los que están esperando reunirse con sus familiares en Canadá y para los miles de personas que están estancadas en sus procesos. Junto con la creación de estos programas, el gobierno debería haber aumentado el número de oficiales para hacer los trámites.
Todo esto ha generado una especie de competencia entre el gobierno federal y las provincias, porque cuando el gobierno federal lanzó todos esos programas para darle la residencia permanente a los trabajadores temporales, y establecieron requisitos mucho menos complicados, calificó un montón de gente que de otra manera no hubiese calificado. Como pasó en Alberta, donde había muchos trabajadores de mano de obra no especializada que dicha provincia necesita.
Toda estas personas que hubiesen podido calificar para las provincias que requerían este tipo de trabajadores, calificaron para el gobierno federal y ahora provincias, como Alberta, están invitando a trabajadores que han aplicado en la costa atlántica. Es decir, que las provincias están saliendo de sus propias fronteras para buscar en otras regiones del país al personal que requieren.
El problema actual en el Departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía es grave, y la solución es que tomen más personal para que se procesen estos casos. Porque no pueden cortar los procesos: los procesos de admisibilidad son extremadamente importantes, y eso es lo que se tiene que hacer. Es decir, tienen que hacer los chequeos policiales, los chequeos de seguridad, los exámenes médicos, y tiene que haber un oficial disponible para poder terminar los trámites, que es precisamente lo que en este momento está faltando.
En la medida en que el gobierno no invierta más dinero, más presupuesto para estos procesos, van a seguir los estancamientos. Y la gente está súper enojada, además de que se podría estar creando una situación de inmigrantes contra inmigrantes, refugiados contra la Clase Familiar, solicitudes de Trabajadores Calificados contra los que ya están adentro, etc., una especie de competencia tremenda entre distintos grupos.
Y creo que en los meses que vienen la situación empeorará.
Lo único que podemos hacer es aguantar, y tratar de convencer a los clientes de que tienen que esperar, que no hay nada que se pueda hacer, pero el problema es que la gente no lo cree.
Por ejemplo, en este momento tengo un caso de Brasil, donde una chica está esperando por su residencia desde hace 2 años y medio, y me escribe totalmente furiosa diciéndome que entiendo los problemas del COVID-19, pero que ya son 2 años y medio de un proceso que tenía que tardar 10 meses. ¿Y cómo le digo que lo que pasa ahora que se terminó el problema de la pandemia es que empezó lo de la crisis de Afganistán?
Porque viene una cosa encima de otra, y además tenemos los 150,000 casos más que hay que procesar porque fueron aceptados dentro del país.
Si uno le pone atención al email al que hago referencia arriba, lo que dice es que ellos han redistribuido los recursos para ayudar a las personas de Afganistán, lo que significa que han sacado recursos de los procesos de la clase familiar y de todos los demás para para lidiar con lo de Afganistán.
La verdad es que no creo que este problema se resuelva en el corto plazo, porque nunca se habló de ello durante la campaña electoral, y porque cada vez que se escucha al ministro hablar, lo que dice es que todos estamos en el mismo bote, que estamos remando todos juntos, ese tipo de comentarios, como explicando que tanto nosotros como ellos estamos en la misma situación pero no ofrece ningún tipo de solución. Al contrario, el problema aumenta más porque están saliendo muchos programas más, que sí, fantástico, mucha gente va a calificar y va a ser mucho más fácil obtener la residencia permanente, pero van a tener que esperar años para realmente tenerla en su poder.
Resumo diciendo que no veo que la solución a esta problemática esté próxima, para nada, por lo cual, es muy importante que los clientes tengan paciencia con la esperanza de que el trámite va a salir en algún momento, lo más seguro es que más tarde que temprano, pero el trámite va a proceder.
Vilma Filici, presidenta de Filici Immigration Services, es profesora de leyes de inmigración y refugio en Seneca College Toronto, y asesora en materia de inmigración para diversas organizaciones comunitarias. Escribe sobre asuntos migratorios en varios medios hispanos de Toronto y es fuente de información para, entre otros, los diarios Toronto Star y Toronto Sun, y las emisoras Radio Canadá y CBC.