Por Vilma Filici (filici@filici.com)
Recientemente, el Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, Marco Mendicino, dijo que Canadá podría recibir algunos inmigrantes centroamericanos para tratar de ayudar a los Estados Unidos, que tiene un problema con la masiva llegada de solicitantes de refugio a su frontera sur con México.
Esto en realidad es algo que el gobierno canadiense debería haber hecho desde hace mucho tiempo, ya que para nadie es nuevo que dentro de nuestro propio continente tenemos personas que necesitan protección, que necesitan encontrar un lugar seguro, y Canadá debería haber tomado cartas en el asunto desde hace ya mucho tiempo. En ese sentido es una buena noticia que nuestro gobierno esté dispuesto a ayudar, pero mi perspectiva es que no se debe ayudar a los Estados Unidos, sino que se debe ayudar a las personas que necesitan protección.
Tenemos gente del norte de Centroamérica que está escapando de la persecución de las pandillas y que se les ha negado la entrada a los Estados Unidos. Se encuentran en campos de refugiados en el norte de México. Entre ellos hay miles de niños, de mujeres y de ancianos, por lo que creo que es una excelente noticia que Canadá esté dispuesto a ayudarlos.
Pero también sabemos que hay más de 4,000,000 de venezolanos que están desplazados en diversos países de América del Sur que también necesitan protección, y que el gobierno debería fomentar mayores programas de reasentamiento dentro de la comunidad hispanohablante de Canadá para ayudar a esas personas que se encuentran desplazadas.
Ahora bien, cuando llegan los solicitantes a pedir refugio a la frontera de Estados Unidos con México, estos son regresados a México para que ahí esperen mientras se realiza todo el proceso de refugio. Esa es la ayuda que México, por ejemplo, le está dando a EE.UU. Darles a los solicitantes refugio en su territorio mientras se realiza el proceso. Sin embargo, es evidente que es algo que Canadá no puede hacer por un tema geográfico.
También hay que recordar que Canadá tiene el Tratado del Tercer País Seguro con Estados Unidos, que establece que cualquier persona que llegue a la frontera, para poder ingresar y hacer su petición de refugio, debe cumplir con una de las excepciones a dicho tratado, como tener un pariente en Canadá, ser menor de 18 años o venir de un país que no requiere visa para venir a Canadá, como es el caso de Chile y México. El resto de las personas que no cumplen con estos requisitos directamente no puede entrar al país. Y si han pedido refugio en Estados Unidos, no son elegibles para pedir refugio en Canadá.
Entonces, cuando el Ministro de Inmigración dice que va a traer 36,000 refugiados, me imagino que lo que está contemplando posiblemente sea traerlos bajo el programa de reasentamiento humanitario, como se hizo con los refugiados de Siria, porque de otra manera tendrían que cambiar los reglamentos, cambiar las leyes del Tratado del Tercer País Seguro.
El problema también con Estados Unidos es que en los programas de refugio que tienen son mucho más limitados en el tipo de casos que ellos aceptan. Por ejemplo, en Canadá tenemos el refugiado por convenio, que también lo tiene Estados Unidos, pero también tenemos el de refugiados que caen bajo la categoría de personas que necesitan protección, y esto no existe en Estados Unidos. Entonces las personas que están siendo perseguidas por organizaciones criminales no tienen en EE.UU. las mismas posibilidades que tendrían en Canadá.
Es una lástima que la decisión de la Corte Federal el año pasado que analizaba el Tratado del Tercer País Seguro determinara que el tratado es constitucional, por lo cual no se va a eliminar. Porque lo que han estado pidiendo las personas que trabajan con refugiados, los abogados, las personas que trabajan con derechos humanos, etcétera, es que se cancele el Tratado del Tercer País Seguro, con lo cual las personas que estén entrando por Estados Unidos tendrían la posibilidad de pedir refugio aquí en Canadá.
Pero desde una perspectiva más amplia en relación con los refugiados, ahora que pareciera que las fronteras comienzan a abrirse en diversos países del mundo y que en Canadá es probable que comiencen también a abrirse en los próximos meses, lo que se puede esperar después de una pandemia tan prolongada aquí en la frontera canadiense es un influjo importante de solicitantes de refugio.
De hecho, las personas que están entrando por las fronteras oficiales a través de los Estados Unidos, o por los aeropuertos, han podido pedir refugio y se les ha permitido la entrada recientemente, pero lo que tendríamos que ver es cómo va a funcionar la entraba por una “frontera ciega”, como es el caso de las personas que estaban ingresando por Roxham Road, en Montreal.
Durante la pandemia, a las personas que entraban por Roxham Road supuestamente no se les permitía pedir refugio en Canadá y eran regresadas a los Estados Unidos. Tenemos que ver qué va a suceder en el momento que se abran las fronteras, si las personas van a poder seguir pidiendo refugio como lo estaban haciendo antes de la pandemia por una frontera donde no haya oficinas oficiales de inmigración.
En principio se espera que cuando se reabran las fronteras haya un aumento significativo de solicitudes de refugio en Canadá ya sea a través de los puertos de entrada oficiales como también a través de los puntos ciegos en la frontera, lo cual obviamente va a atrasar aún más los procesos de refugio. Pero todo depende de si los solicitantes podrán hacer su reclamo solo en los puestos migratorios autorizados o si lo van a hacer también en lugares donde no hay oficinas oficiales de inmigración.
Si se permite hacer las solicitudes en los puntos ciegos de la frontera vamos a tener atrasos enormes, aunque de todas maneras vamos a tener retrasos porque hay muchas personas que han pedido refugio y ya están dentro de Canadá, y esos casos no se han procesado totalmente porque Inmigración no estaba haciendo citas en persona. Entonces, todos los casos que se han presentado durante el año pasado y este recién están siendo procesados en la primera instancia, que es pasar por el proceso de inmigración donde prueban que son elegibles y admisibles, y después los envían al Consejo de Refugiados. Hay que recordar que en el caso de los solicitantes de refugio se han estado teniendo audiencias virtuales, por lo que se ha estado avanzando un poco.
Para finalizar, quiero recordarles a todas las personas que están pensando venir a Canadá a pedir refugio, que pedir refugio no es solamente llegar a la frontera y contar cualquier historia y entrar. Tienen que estar bien preparadas para el momento en que van a la frontera, que van a inmigración o que presentan sus casos. Tienen que entender cuáles son las leyes que gobiernan el caso de refugio, ya sea como refugiado por convenio o como persona que necesita protección. No es solamente venir y contar cualquier historia, sino que tienen que demostrar lo que les haya sucedido, tienen que demostrar que cumplen con los requisitos de las definiciones de refugiado, deben traer alguna documentación. Obviamente uno no puede tener documentación para absolutamente todo lo que vaya a decir, pero sí debe tener algún tipo de prueba documental sobre su caso.
Llegar y pedir refugio es solamente el primer paso, después hay que demostrar que en realidad la demanda de las personas es auténtica.
Vilma Filici, presidenta de Filici Immigration Services, es profesora de leyes de inmigración y refugio en Seneca College Toronto, y asesora en materia de inmigración para diversas organizaciones comunitarias. Escribe sobre asuntos migratorios en varios medios hispanos de Toronto y es fuente de información para, entre otros, los diarios Toronto Star y Toronto Sun, y las emisoras Radio Canadá y CBC.