Tres semanas de consultas sobre la inmigración llegaban a su fin en Quebec el 27 de septiembre, cuando la Ministra Christine Fréchette vio por primera vez una cifra que lo cambiaría todo: 471.000. Las conclusiones de Statistics Canada eran claras. En doce meses, el número de inmigrantes temporales en Quebec se había disparado. Con 322.345 en julio de 2022, la cifra había aumentado un 46% hasta 470.976.
“Me dijo: ahora tenemos que hacer una pausa, un paso atrás, mirar la situación de forma más global”, confiesa el Ministro de Inmigración en una entrevista con Le Devoir al final de una semana en la que se publicó la recepción. Objetivos para nuevas llegadas permanentes para 2024 y 2025.
Quebec fijará sus umbrales de inmigración permanente para los próximos dos años en 50.000 personas. A esto se sumarán los “graduados” del Programa Experiencia de Quebec (PEQ) -el gobierno espera 6.500 en 2024- y algunos miles de “empresarios” que aún no han pasado por el proceso de inmigración.
Este es un compromiso. En primavera, el Ministro de Inmigración presentó dos escenarios. Uno de ellos establecía el status quo: mantener los objetivos anuales en 50.000, el otro, un aumento a 60.000 por año, sin contar a los “graduados” del PEQ.
Esta segunda opción hizo felices a la comunidad empresarial y a las ciudades. Durante las consultas celebradas en septiembre sobre los objetivos plurianuales de inmigración, la ciudad de Montreal y el Consejo del Patronato de Québec (CPQ) estuvieron entre los grupos que acogieron con agrado la iniciativa de elevar los umbrales. Entre los entrevistados, “varios expresaron su preferencia por el escenario que aumentaría gradualmente los objetivos”, señala el informe final de la comisión.
El declive del francés
¿Por qué elegiste una opción adosada? El Primer Ministro François Legault dio parte de la respuesta cuando anunció los nuevos umbrales el miércoles, flanqueado por la Ministra Fréchette y el Ministro responsable de la Lengua Francesa, Jean-François Roberge.
La elección del segundo invitado no fue baladí. Para justificar sus objetivos, Legault mencionó repetidamente el declive del francés. “Lo decisivo es realmente la integración de los inmigrantes al idioma francés”, afirmó.
En un comité parlamentario celebrado en septiembre, el comisario de lengua francesa, Benoît Dubreuil, recomendó esperar hasta que el 85% de los inmigrantes utilicen el francés “en el trabajo y en los espacios públicos” antes de aumentar los umbrales.
El demógrafo Marc Termote tiene algunas reservas sobre las intenciones del Gobierno. “Es cierto que la inmigración, si no nos movemos, contribuye al declive del francés. Sólo que este impacto es marginal”, señala el experto que enseña en el Departamento de Demografía de la Universidad de Montreal.
Cita un estudio realizado en 2021 por los profesores René Houle y Jean-Pierre Corbeil. Esto indica que la inmigración exclusivamente francófona “sólo mejoraría marginalmente los distintos indicadores del francés de aquí a 2036”.
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