A pesar de las medidas adoptadas por Quebec para facilitar la contratación de educadores, la escasez de personal en los centros de la primera infancia (CPE) sigue siendo marcada, hasta el punto de que nuevos locales construidos para satisfacer la creciente demanda quedan vacíos debido a la escasez de empleados para realizarlos. Una situación que afecta a la calidad de los servicios ofrecidos a los niños además de obligar a los padres a suspender sus carreras para cuidar de ellos.
“Un educador nos dejará para ir a limpiar a la mina y ganará más dinero que aquí”, dice tajantemente el director general del CPE Lamagique du rêve, en Val-d’Or, Francia, Claude Goyette, para ilustrar la situación. desafíos que enfrenta en materia de contratación y retención de educadores. En la parte inferior de la escala, un educador calificado recibe actualmente un salario de 21,60 dólares por hora. Para aquellos que no están calificados, este salario se reduce a 18,52 dólares por hora.
En este contexto, miles de educadores abandonan las CPE cada año para trabajar en otros lugares, particularmente en los servicios de guarderías escolares, que generalmente ofrecen salarios más atractivos. Una tendencia que podría aumentar aún más este año, cuando la creación de miles de puestos de apoyo a las aulas para apoyar a los profesores de primaria tenga el efecto de aumentar la necesidad de educadores en la red escolar, temen varios directores de CPE.
“Es seguro que estamos disparando a la misma portada”, dice la directora adjunta del CPE La Ramée, en las Islas de la Madeleine, Alexandra Rioux. Hace apenas unos días, otro de sus profesores le renunció “para ir al colegio”. Una decisión que esta empleada tomó a regañadientes y con lágrimas en los ojos, afirma Rioux. “Pero económicamente, con el coste de la vida, ya no podía hacerlo”, añade el directivo, que afirma haber perdido a seis educadores en la red escolar en un año.
“Los salarios deben aumentar para crear un entorno más atractivo”, afirmó, en un momento en que continúan las negociaciones precisamente con este objetivo entre los sindicatos que representan a los trabajadores de las CPE y el gobierno de Quebec.