Por Vilma Filici
Esta semana se conoció que abogados, consultores y agencias de inmigración en Alberta están denunciando una ola de estafas dirigidas hacia trabajadores extranjeros temporales, en la cual pareciera que están involucrados empleadores, consultores de inmigración y reclutadores trabajando juntos.
Estas personas inescrupulosas prometen empleos a trabajadores extranjeros temporales a cambio de importantes sumas de dinero que pueden llegar incluso a los $50,000.
Los denunciantes dicen que estas personas venden Evaluaciones de Impacto en el Mercado Laboral (Labour Market Impact Assessment, LMIA), un documento federal que la mayoría de los empleadores necesitan antes de poder contratar a un trabajador extranjero temporal, y que corrobora que no pudieron cubrir el puesto con un residente canadiense o permanente durante al menos 28 días.
Las leyes migratorias canadienses establecen que es ilegal cobrar por un LMIA, el cual tiene una tarifa gubernamental de $1,000, y que debe ser pagada en su totalidad por el empleador que enfrenta la escasez de mano de obra.
Pero los denunciantes dicen que no es ningún secreto que esta estafa está sucediendo en la provincia de Alberta y en muchas otras ciudades del país, y que sucede debido a que el sistema migratorio de Canadá está mal estructurado, hace falta la estricta aplicación de la ley, y hay desesperación en muchas personas para poder inmigrar al país.
Recientemente abordé esta problemática en una de mis columnas, a propósito de la presentación que hicieron ante el Comité Parlamentario sobre inmigración los ministros de Inmigración y de Trabajo de Canadá, acerca de los permisos de trabajo que requieren un LMIA, documento que emite el departamento de Recursos Humanos.
Dado que es un documento tan importante y que tiene tanto poder en términos de la posibilidad de obtención de la residencia permanente, históricamente, no solamente ahora, ha habido muchos fraudes con estos documentos.
¿Cómo funciona este fraude? Es fraude porque la persona que quiere venir a trabajar a Canadá paga una cifra de dinero excesiva a reclutadores que le consiguen la oferta de trabajo para poder sacar este documento del departamento de Recursos Humanos. Y cuando decimos sumas de dinero excesivas, estamos hablando de 20, 30 y hasta 50 mil dólares, que luego imagino que ese dinero se divide entre la persona que está reclutando al trabajador, el que le está consiguiendo la oferta de trabajo, y de seguro se le paga también al empleador para que facilite la documentación de estos documentos.
El fraude consiste en que, primeramente, no se le puede cobrar al trabajador. Si una compañía necesita traer un trabajador calificado porque no puede encontrar a ciudadanos canadienses o residentes permanentes, la compañía se tiene que hacer cargo de todos los pagos correspondientes, y al trabajador no se le puede cobrar, de acuerdo con la ley.
Segundo, en muchos de los casos no hay tal trabajo esperando a la persona, simplemente es un proceso que le va a dar este documento, pero cuando el trabajador llega no hay una plaza de trabajo para él o para ella.
Esta situación se da con frecuencia en muchas comunidades. Cuanto más poder adquisitivo tengan los miembros de esa comunidad en particular, más fácil es para ellos gastar esa cantidad de dinero para la obtención de este documento.
A mí personalmente algunos de estos reclutadores me han ofrecido conseguir LMIA para mis clientes, y me han pedido 30, 40 mil dólares. Y yo sé lo que pasa cuando te piden tanto dinero, sé que no es una oferta de trabajo real, sé que le están pagando a un empleador y que hay fraude de por medio, y por lo tanto nunca he aceptado hacer uno de estos trámites. Pero sí me lo han ofrecido y sé que desde hace muchísimo tiempo que esto existe.
Incluso en 1990-1991 hubo una investigación por parte de la RCMP, porque se estaba dando el mismo tipo de fraude, pero en ese momento era peor porque no eran contratistas que le estaban pagando a empleadores para facilitar el trámite para la obtención del documento, sino que había alguien dentro del departamento de Recursos Humanos de Canadá que estaba dando estos permisos por una suma de dinero.
La cuestión es que, esto es importante para las personas que piensan que esta es una manera de poder obtener la residencia permanente por medio de este documento, que en el momento en que las autoridades se dan cuenta del problema se empieza una investigación, la cual no queda solamente penalizando a las personas encargadas del fraude, sino que después también se investiga cada uno de los documentos que fue emitido durante un número de años antes de que se descubriera el problema. Y a las personas que habían obtenido el permiso de trabajo bajo esas situaciones se les quitaba el permiso de trabajo, y quienes ya tenían la residencia permanente, sí fue basada en ese documento falso, también se les quitó la residencia permanente.
Recuerdo que durante tres años después que se le hicieron cargos a los agentes y a los oficiales que estuvieron involucrados, la investigación siguió, y nos investigaron cada uno de los LMIA que habíamos procesado. Uno tenía que presentar toda la documentación que había entregado, los argumentos, etc., para que te dieran ese documento, así que por eso digo que es común, y particularmente cuando el gobierno cierra puertas, porque la gente que se encuentra desesperada va a recurrir a este tipo de medios para poder lograr lo que quieren.
Las personas que están interesadas en inmigrar a Canadá, primero deben saber que, si una compañía canadiense requiere de los servicios de ellos, ellos no tienen que pagar un centavo a la compañía, es, al contrario, es la compañía la que tiene que encargarse del trámite, la que tiene que pagar los 1,000 dólares que se le deben pagar de aranceles al departamento de Recursos Humanos. Así, en el momento que le están pidiendo dinero, quiere decir que las cosas no se están haciendo correctamente.
El problema es que la gente se presta a este tipo de trámites aun sabiendo que no va a ser una documentación legal.
También hemos visto situaciones en las que personas que vienen por medio de los Tratados de Libre Comercio con países como México, Chile, Perú, Colombia, Panamá, la Unión Europea, Corea del Sur, etc., donde se facilita la obtención de un permiso de trabajo para ciudadanos y a veces hasta residentes permanentes de estos países que tienen los tratados con Canadá, que también se dan este tipo de situaciones. Es decir, el empleador va a ayudar a la persona a hacer el trámite, pero le piden una suma abundante de dinero para darles la documentación necesaria para hacer el trámite.
Se debe tener en cuenta que hay reglas muy estrictas con los permisos de trabajo para extranjeros, como que a la persona se le debe pagar el monto de dinero que se le pagaría a un ciudadano canadiense o residente permanente haciendo el mismo trabajo. Cuando se hace el pedido para el permiso de trabajo, ya sea por medio de un LMIA o por medio de los tratados de libre comercio, el empleador tiene que cumplir con todas las promesas que ha hecho en el contrato.
Pero lamentablemente lo que yo he visto personalmente es que, por ejemplo, si el empleador dice en el contrato que le va a pagar 30 dólares la hora a la persona, después en realidad le paga los 30 dólares, pero el empleado le tiene que regresar 10 dólares la hora cash al empleador, y así el empleado no solamente va a perder estos 10 dólares la hora, sino que además tiene que pagar impuestos basándose en los 30 dólares la hora. Porque en el momento que quiera hacer una extensión del permiso de trabajo o que quiera tramitar la residencia permanente, el empleado tiene que demostrar que el empleador en realidad le pagó lo que habían acordado que le iban a pagar. Entonces, el que termina perdiendo siempre es el trabajador extranjero.