Una colorida y sabrosa fiesta para disfrutar con la familia. Así pase tiempo y se renueven las generaciones, es importante que los inmigrantes conserven su identidad y tradiciones. Son estas celebraciones las que mantienen vivo el espíritu de la comunidad y hacen que la sociedad sea más rica, inclusiva y tolerante.
Por Dino Rozenberg
El espíritu malo del invierno se espanta y huye cuando hay mucho ruido, y por eso es que para el Festival de Primavera, que es en realidad la celebración del Año Nuevo Chino, se queman cohetes y petardos en las calles.
Lo veremos en el Barrio Chino de Montreal a partir del sábado 10 de febrero y durante dos semanas. Ocurrirá lo mismo en Chinatown de Toronto y Vancouver, y allí donde haya una comunidad china, sea en Ciudad de México, Lima o Buenos Aires.
El Año Nuevo Chino es un momento especial cargado de antiguos rituales, supersticiones, esperanzas y aprendizajes para las nuevas generaciones. Las comunidades de la diáspora china utilizan estas fiestas para mantenerse unidas y educar a sus jóvenes.
La artista y cineasta chino-canadiense conocida como Tigris Sakda lleva más de 20 años viviendo en Montreal, donde llegó siendo adolescente desde Beijing. Primero estudió biología y luego antropología, pero acabó graduándose en cine de animación. Ha producido varios cortometrajes, incluyendo Orhoda y Not Your Panda.
Ella confiesa que aún hoy día conserva el interés por las festividades del Nuevo Año Lunar, que no solo se sigue en China sino en otros países del sureste asiático, incluyendo Corea, Vietnam y Malasia.
Explica, con cierta picardía, que seguir tanto el calendario chino como el gregoriano tiene la ventaja de festejar su cumpleaños dos veces en diferentes fechas. Al mismo tiempo lamenta que la quema de petardos y cohetes atronadores se está restringiendo y en algunos casos es ilegal, debido a la contaminación y el riesgo de accidentes. “Pero más allá de esto –dice–, hay que reconocer que Montreal es una metrópoli abierta a diferentes visiones, y que la comunidad china es persistente en su propósito de mantener su identidad y sus actividades culturales.”
Cosas de dragones
Este año está dedicado al Dragón conforme la rígida secuencia de animales del zodiaco chino. Dicen que los nacidos este año serán ambiciosos, enérgicos y carismáticos, con buen liderazgo y personalidad atractiva.
También pueden exhibir características negativas, como arrogancia, intolerancia, irritabilidad y egoísmo, lo que pueden hacerlos reacios a aceptar una derrota.
Pero nada de esto hay que tomárselo muy en serio, como ocurre con el horóscopo de las revistas. La gente de la misma generación puede ser muy diferente.
En esta ocasión, el Dragón está asociado con el elemento madera, y la combinación se entiende como el Año del Dragón de Madera. 2025 será el turno de la Serpiente.
Sobres rojos para los billetes
El rojo es el color favorito de los chinos porque representa la riqueza y la buena fortuna. Eso explica que haya objetos rojos en todas las casas y negocios, y que para estas fiestas se cuelguen decenas de lámparas de ese color.
Es menos conocido el asunto de los sobres rojos, que se pueden comprar en todas las tiendas chinas de regalos. Las familias y sobre todo los jóvenes lo toman muy en serio.
En esos bonitos sobres de papel se pone algo de dinero, de preferencia billetes en buen estado, y se entregan con las dos manos como muestra de afecto y generosidad. Cuanto más se regale mayor es la estima y mejor fortuna habrá de regreso, así que la gente procura ser generosa.
Los padres entregan sobres a sus hijos, hermanos y amigos cercanos, y en sentido opuesto, los hijos adultos dan dinero a sus padres mayores o retirados. Hay gente que da y recibe al mismo tiempo, como un intercambio de regalos. Hay un ícono de sobre rojo en los teclados de casi todos los teléfonos celulares.
También hay tabúes que deben respetarse para que las cosas sean positivas y llegue la abundancia y la felicidad. Las casas se limpian a fondo para espantar las malas vibras, y los muebles y enseres se orientan según las reglas del feng shui. Este año no se debe poner la cama en la esquina noroeste de la recámara, ya que se cree que el punto cardinal está asociado con el Perro, que se lleva mal con el Dragón.
Dragones de fuego en la cocina
Por supuesto, ninguna fiesta está completa sin el elemento sabroso y nutritivo de las comidas típicas. La familia china acostumbra a servir varios platillos, como guisados con carnes y verduras, para que cada quien se sirva lo que más le apetece. Hay mesas redondas y algunas tienen una parte giratoria para que sea más cómodo.
Suele haber carne de res y de cerdo, y nunca debe faltar el pescado, que es de buena suerte. Se presenta entero, con cabeza y cola, porque eso representa el principio y el fin de la vida.
Los espaguetis o fideos de sopa nunca se cortan porque trae mala suerte, así que se comen tan largos como sean, sorbiéndolos desde el tazón aunque hagan ruido. Es así como se comen.
El chop suey no es chino verdadero
Tigris Sakda, quien también es dibujante, fotógrafa y compositora, asegura que en gastronomía no hay que hacer concesiones. Explica que si bien su madre se apega a las recetas actuales, para las fiestas prepara platillos con recetas ancestrales que heredó de las abuelas. “A veces son preparaciones con puros vegetales, como las comidas de los monjes, pero con mucho sabor y perfume.”
Un característica visible es el uso de woks o sartenes cónicas, sacudidas contra fuertes quemadores que parecen la garganta de un dragón enfurecido. Cocinar con mucho fuego es parte de la cocina china tradicional.
Curiosamente, el chop suey, bien conocido en América Latina, no es una receta china genuina sino una recreación nacida en Estados Unidos, sobre todo en la costa oeste, a partir de los trabajadores chinos que construyeron los ferrocarriles.
La celebración en el Barrio Chino
Como cada año, el desfile incluirá las danzas del león y del dragón, y comenzará este sábado 10 de febrero a las 11 de la mañana. Participan escuelas e instituciones culturales chinas con sus trajes típicos, tambores y malabares. El desfile avanzará por las calles de la Gauchetière, St Urbain y St Laurent, y concluirá en el parque Sun Yat Sen, alrededor de las 3:00 pm.
Las calles ya están adornadas con linternas conmemorativas, y negocios y restaurantes tendrán atracciones y comidas para la ocasión.
Durante el fin de semana habrá actividades culturales y artísticas en el Centro Cultural Chino, en el 1088 de la calle Clark. Ahí mismo funciona el tradicional restaurante Rubi Rouge, donde se sirve comida típica, en especial el pato y el dim sum, unos dumplings o ravioles cocidos al vapor. Mucho sabor para los desayunos.