Hispanos residentes en Canadá e invitados desde Latinoamérica van dejando el vestigio de su arte en barrios de Montreal, como ocurre en la Cannette ta ruelle, un evento en el barrio del Viejo Rosemont que une a la comunidad local de familias a colaborar con muralistas, grafiteros y artistas locales e internacionales.
Por César Salvatierra
Los murales que embellecen aún más Montreal se extienden sobre paredes de toda talla. Desde la puerta de un garaje hasta los cuatros pisos de un edificio. Estas obras avivan las calles y los callejones de los barrios más antiguos y populares.
A fines del último verano, en el Viejo Rosemont, se puso en marcha la “Cannette ta ruelle”, un evento comunitario donde participan artistas y las familias de la comunidad local. Se realiza la primera semana de septiembre, durante el fin de semana largo del Día del Trabajador. Aunque se consideran una pequeña organización de voluntarios este es ya su séptimo año consecutivo.
En esta labor, el trabajo de los gestores culturales es primordial para lograr la participación en una ciudad donde las mudanzas son numerosas cada año. Los residentes de una casa que otorgan un muro, una puerta de garaje o el jardín no son necesariamente los mismos al año siguiente.
“La gestión no es tan fácil como apreciar un mural”, comenta Olivier Bousquet, organizador principal del evento. “Conseguir los espacios, conversar y convencer a los vecinos es un proceso que se da poco a poco, pero hemos obtenido bastante apoyo de la comunidad”, agrega. Este evento mueve a un batallón de voluntarios vestidos de amarillo que movilizan a artistas y familias en un ambiente atrayente y festivo.
Se pinta con acento
En lo alto de un andamiaje encontramos a Julián Palma, artista colombiano radicado en Montreal desde 2011, quien en esta ocasión ha sumado a su pequeño hijo Benjamín. Juntos a la artista japonesa Kaori Izumiya, suman sus brochas, aerosoles y creatividad en un nuevo mural. Julián Palma tiene ya una trayectoria artística en Colombia, España y ahora en Canadá.
Para Rodrigo Ardiles de Creativo arts collective, agente cultural de origen chileno, Montreal es una plaza atractiva para artistas hispanos “El trabajo de los artistas latinoamericanos es muy apreciado por la comunidad artística quebequense. Entre los europeos radicados aquí y los quebequenses, nuestro estilo resalta y genera reconocimiento”.
Rodrigo Ardiles lleva más de 15 años promoviendo artistas y gestionando obras. Una de ellas fue el gran mural expuesto al lado de la estación del metro Jean Talón, realizado por la artista mexicana Dolores Navarro en conmemoración de los 100 años del muralismo mexicano.
Bajo el sol se pinta más rápido
En la esquina de Parc Avenue et Milton Street hay mucho color. En la pared aledaña a la terraza del Café Milton se yergue un mural de 3 pisos. En la imagen un rostro de facciones indígenas se desenmascara para acoger un corazón entre sus manos, la pared parece latir.
Se trata del arte de Aner Urra. Llegó invitado desde Chile a realizar una residencia artística en el Symposium d’arts visuels de Montréal Nord. El muralista de raíces mapuche da los últimos toques de vida a la obra que el 30 de septiembre conmemoró el Día de la Reconciliación y Paz entre con las Comunidades Indígenas de Canadá.
“En la residencia trabajamos en idear, conceptualizar y diseñar este mural. ¡qué calor! pero bajo el sol se pinta más rápido. Mirái, me parece increíble que esta ciudad se llene de metros de nieve, lástima que me vaya este miércoles, no la veré. Pero mañana estaré en el Viejo Rosemont pintando otro mural. Dime ¿está lejos de aquí en bicicleta?”, expresa Aner observando Parc Avenue en movimiento. Transeúntes, autos y bicicletas; el artista mapuche quizá imagina la ciudad cubierta de nieve. Sospecha de que ni el invierno atroz que se avecina podrá contra la calidez de los murales.