Por Enrique Pato, profesor de la Universidad de Montreal
El título de esta nota (“¿Qué hay de nuevo, viejo?”) está basado en una de las famosas frases del conejo Bugs Bunny (conocido también como el Conejo Feliz, el Conejo de la Suerte, el Conejo Castañuelas, Elsseto, entre otros apodos), caricatura de animación creada en 1938 para la serie Looney Tunes de la compañía Warner Bros. En los primeros años de vida Bugs Bunny era un conejo un poco loco e hiperactivo, pero con el paso del tiempo se presenta como un animal humanizado, inteligente, reflexivo y también bromista. La frase en cuestión la pronuncia por primera vez en La liebre salvaje (1940), y con ella se hacía eco de un dicho popular de Texas (What’s up, Doc?, similar al What’s going on?), de donde era su creador (Frederick “Tex” Avery).
Lo que llama la atención de esta estructura sintáctica, a hablantes nativos y no nativos de español, es el uso coloquial del sustantivo viejo como apelativo de confianza para referirse a un hombre (viejo), o a una mujer (vieja), independientemente de su edad (puede ser mayor o joven). Tal y como indica el Diccionario de americanismos (ASALE 2010) este empleo se registra en varios países americanos: México, Guatemala, El Salvador, Perú, Bolivia y Chile.
La voz se documenta asimismo con el sentido de ‘amigo íntimo’ –al igual que otras muchas formas de tratamiento afectivo en el mundo hispano como compa (abreviación de compañero), parce (de parcero), pana, güey o bróder (del inglés brother)– en México, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Cuba, Bolivia y Chile (ASALE 2010).
Mientras que el Diccionario breve de mexicanismos (Gómez de Silva 2001) incluye la acepción de ‘esposo’ en la voz viejo, el Diccionario del español de México (COLMEX 2010), en cambio, señala que el uso de vieja (como ‘mujer’) resulta ofensivo.
Cómo se ha pasado de señalar ‘persona de edad avanzada’ (viejo/vieja) a ‘género’ (hombre y mujer) y luego a ‘amigo’ es un aspecto semántico que todavía no ha sido estudiado con detenimiento. Para mostrar estos usos presento, a continuación, los siguientes ejemplos de textos mexicanos (en 1 viejo significa ‘persona de edad avanzada’, en 2 vieja equivale a ‘mujer joven’, y en 3 viejo se usa como sinónimo de ‘amigo’):
(1) Me conmueve imaginarme a ese viejo testarudo redescubrir su propia risa mientras lee «Caperucita roja» con los dedos (Daniel Saldaña París, El baile y el incendio, 2021).
(2) ahora ni con el permiso de los padres te puedes casar con una chamaca tan chiquita, así que agarra el pedo, esa madre ya se acabó, olvídate de esa vieja, es demasiado problema (Fernanda Melchor, Temporada de huracanes, 2017).
(3) la mujer sabía de esos trotes porque no le hizo mala cara a su nuevo viejo; se apalabró con él como si lo conociera de largo (Jaime Muñoz Vargas, Juegos de amor y malquerencia, 2003).
Por otro lado, el estudio de esta voz en los refranes y en las sentencias resulta también de interés. En relación al uso que estamos viendo de viejo podemos hacer referencia a varios refranes del español en los que figura esta palabra: “Leña, libros, vino y amigos, los más viejos preferidos” y “Amigo, viejo; tocino y vino, añejos”.
Este último refrán lo encontramos en otras lenguas como el portugués (Amigo velho, toucinho e vinho velho) y, con algunas variantes, en euskera (Adiskidea eta ardoa, zaharrago eta hobe ‘El amigo y el vino, cuanto más viejo mejor’), italiano (Amici, oro e vino vecchio sono buoni per tutto), inglés (Old friends and old wine and old gold are best) y francés (Les vieux amis et les vieux écus sont les meilleurs). Estamos, por tanto, ante un universal cultural: la verdadera amistad se forja con los años, y los amigos se comparan siempre con el vino, el tocino, el oro y los escudos.
La frase de Bugs Bunny es y seguirá siendo un “lugar común” para todos los hispanohablantes. Y, creo, resulta más pegadiza y sonora que la traducción literal que se hizo al francés Quoi de neuf, docteur ? (‘¿Qué hay de nuevo, doctor?’) o al alemán Was geht ab? (‘¿Qué pasa/ qué onda?’).
Con todo, en español el sustantivo viejo se puede usar para indicar edad avanzada (Eso es cuento de viejas), el padre o la madre de una persona (¿Lo saben tus viejos?), el género femenino (Solo hay pura vieja perrona) y la amistad, como apelativo de afecto (¿Qué hay de nuevo, viejo?).