Por Vilma Filici
La semana pasada, el recién nombrado Ministro de Vivienda, Sean Fraser, hizo declaraciones en las que planteaba que para resolver el problema de vivienda que está enfrentando Canadá desde hace ya varios años, una de las opciones que tiene el país es limitar el número de estudiantes internacionales que llegan año con año.
Al escuchar estas declaraciones, primeramente, me parece súper contradictorio que el ministro Fraser, que ahora es el ministro de vivienda, esté atacando a los estudiantes internacionales y a la inmigración en sí, porque él, hasta hace pocas semanas era el Ministro de Inmigración, y en su momento decía que los estudiantes internacionales, que los trabajadores temporales y que la inmigración en general eran super importantes para mantener la fuerza laboral canadiense.
De hecho, durante su mandato como Ministro de Inmigración creó muchísimos programas que beneficiaron a los estudiantes internacionales y a las diversas industrias en general, por lo que escuchar lo que está diciendo ahora es como que si está contradiciendo lo que dijo en su momento al frente del Ministerio de Inmigración de Canadá.
Yo no estoy para nada de acuerdo con que se piense que los estudiantes internacionales o que los inmigrantes o los refugiados son los responsables de la actual crisis de vivienda que se vive en el país. Hay muchas personas que le echan la culpa a la inmigración, pero si lo miramos detenidamente podemos observar que los estudiantes internacionales que llegan generalmente van a estudiar y tienen vivienda en las universidades o en los colleges, o también en casas particulares especiales que se encargan de darles cobijo y alimentación. Muchos viven en dormitorios en casa particulares o en basements, por lo que me parece injusto que ahora se les quiera atribuir a ellos responsabilidad de la crisis de vivienda que hay en el país.
Sí es cierto que ha habido estudiantes internacionales que vienen de familias que tienen mucho poder adquisitivo y que han comprado propiedades y luego las han dejado vacantes, pero eso es solamente una fracción minina de la comunidad de estudiantes que recibe Canadá.
Conversando con algunas personas esta semana en relación con la situación de la vivienda en Canadá, me decían que lo que sucede es que se han traído a muchos refugiados al país, como por ejemplo los sirios, los afganos, etc., y eso tampoco es correcto plantearlo, porque los refugiados que se han traído han sido a través del programa de reasentamiento. Es decir que son refugiados patrocinados por organizaciones comunitarias, por el gobierno o por grupos de cinco personas (ciudadanos canadienses o residentes permanentes), cuya responsabilidad hacia esta gente es precisamente tenerles asegurada la vivienda y todo lo que van a necesitar para establecerse exitosamente en el país.
A nivel general, en la historia migratoria de Canadá anualmente nunca se han incrementado a más de 25 mil a 30 mil la cantidad de refugiados que se ha traído al país por año, por lo que culpar a cualquier grupo de inmigrantes me parece totalmente erróneo.
La crisis que se está viviendo en Canadá es mucho más compleja y hay muchos factores que contribuyen a lo que está sucediendo. Obviamente que hay un desbalance entre la oferta y la demanda de vivienda, pero si vemos este desbalance se encuentra básicamente en ciertas ciudades, como por ejemplo en Toronto y sus alrededores, en Vancouver, en las ciudades principales.
Porque la mayoría de las personas que llegan a Canadá quieren vivir en Ontario, en British Columbia, en Alberta, y es esto es parte de lo que crea los problemas. Cuando se está buscando vivienda en una de estas ciudades principales obviamente hay problemas porque hay carencia de oferta, pero también porque con la demanda se crea un aumento increíble de precios y entonces no es solamente el hecho de que no se encuentra vivienda, sino que la poca que se encuentra no es accesible. Esto es muy difícil no solamente para los inmigrantes, sino que también para los canadienses de la clase trabajadora, e incluso para las personas que tienen un poco más de poder adquisitivo. Realmente es muy difícil en estos momentos poder acceder a un apartamento o una casa debido a los elevados precios en las que estas se encuentran.
El gobierno federal paso la responsabilidad de vivienda a los gobiernos provinciales quienes no han estado manejando la situación adecuadamente. Los constructores están construyendo más y más edificios y casas lujosas las cuales tienen costos excesivos para comprar y/o rentar.
Adicionalmente, también debemos pensar en los aumentos a la tasa de interés que se dieron en los últimos meses, porque estos aumentos han hecho que el poder conseguir un lugar donde vivir, ya sea un apartamento o una casa, prácticamente sea imposible debido a que los precios están sumamente elevados.
Volviendo al tema de los estudiantes, debemos también considerar en el análisis global del problema la enorme contribución que la llegada de estudiantes internacionales le proporciona tanto a las ciudades donde llegan como a Canadá en general. Porque es bien sabido que los estudiantes internacionales mueven la economía, no solamente de las instituciones en las que ellos están estudiando, ya que pagan tres veces más de lo que pagan los estudiantes locales (residentes permanentes o ciudadanos canadienses), sino que también la de las áreas donde se encuentran las universidades y los colleges donde van a estudiar.
Por ese lado hay un beneficio muy importante para la economía canadiense, porque traen alrededor de 21.6 billones de dólares anuales. Y además es importante también mencionar que los estudiantes internacionales hacen un enorme aporte a la reactivación económica del país porque están trabajando en las industrias canadienses, cumpliendo las reglas de inmigración. Porque a un estudiante internacional, si está estudiando en una escuela pública o en un programa que le confiera título, se le permite trabajar hasta 20 horas semanales mientras está en clase y 40 horas o tiempo completo cuando está en vacaciones.
Con la llegada de Estudiantes Internacionales se benefician además los abogados y los consultores que trabajan con ellos, y también, últimamente, se benefician los asesores de estudios, que son personas que les ayudan a buscar la escuela, el curso que van a estudiar y los apoyan con la matrícula. Lamentablemente hay un problema serio con algunos de estos asesores de estudio, porque para ellos esto es simplemente ventas y por tanto les venden a los estudiantes internacionales cualquier curso sin prestarle ninguna atención al proceso migratorio.
Porque hay que tener en cuenta que el programa de Estudiantes Internacionales se ha convertido en una vía segura para algunos estudiantes para la obtención de la residencia permanente y, por lo tanto, hay que tener muchísimo cuidado sobre qué cursos se van a tomar y en dónde se van a tomar. Se debe hacer un plan bien específico de acuerdo al perfil del estudiante para ver qué necesita, porque algunos estudiantes probablemente van a necesitar únicamente mejorar su nivel de inglés y podrán calificar, pero otros tal vez van a necesitar estudiar dos años y trabajar un año más para poder hacerlo, y otros eventualmente van a necesitar estudiar en una provincia donde puedan después hacer una nominación provincial, porque debido a su edad, a menos que se procese por esta vía, no van a lograr su residencia permanente.
El gobierno no puede hablar de ambos lados de la boca. Si los estudiantes internacionales son los inmigrantes preferidos por sus muchas contribuciones al país, no pueden ser usados para justificar la ineficiencia del gobierno con el tema de la vivienda.