El ministro de Educación, Bernard Drainville, plantea prohibir el uso del móvil en clase para que los alumnos estén “100% concentrados” en las aulas. “Lamentablemente el móvil se ha convertido en una distracción en las aulas”, lamentó el alto funcionario.
Unas horas antes de una reunión de ministros del gobierno Legault, Bernard Drainville afirmó que tenía intención de proponer la adopción de una directiva que prohíba los teléfonos móviles en las aulas, excepto para su uso “con fines educativos”.
“Mi responsabilidad es promover el éxito académico. […] Y así llego a la conclusión de que la prohibición de los teléfonos celulares ayudará a los estudiantes a concentrarse y, por tanto, contribuirá al éxito académico”, explicó.
La directiva, una vez adoptada, se enviará a las escuelas primarias y secundarias de la red pública “lo antes posible”. Hasta entonces, la decisión de prohibir o no estos dispositivos sigue recayendo en las juntas directivas escolares.
Con su directiva, el ministro Drainville espera garantizar la uniformidad en el tratamiento de los teléfonos móviles. “Quiero que la práctica sea universal, no quiero que esté fragmentada”, dijo en inglés el funcionario electo.
Un cambio radical por parte del CAQ
La decisión de prohibir el uso de teléfonos móviles en las escuelas supone un cambio radical para la Coalición por Venir Québec (CAQ). En 2019, el entonces ministro de Educación, Jean-François Roberge, dijo que no creía que fuera “el papel del gobierno, del ministro, elegir lo que sucede en cada escuela, en cada clase”.
A principios de mayo, el Ministro Drainville dijo que estaba “abierto a pensar” sobre la posibilidad de prohibir los teléfonos móviles en las aulas. A finales de ese mismo mes, el CAQ bloqueó una moción del Parti Québécois que pedía a la Asamblea Nacional “regular el uso de teléfonos móviles en las aulas en los niveles primario y secundario” en anticipación del inicio del año escolar. La moción mencionaba “los efectos nocivos del uso del teléfono móvil en clase sobre la concentración y motivación de los estudiantes”.
Sin embargo, en aquel momento el Gobierno ya estaba “estudiando la supervisión” de estos dispositivos, afirmó el miércoles el ministro de Educación. También hizo referencia a un informe reciente de la UNESCO, que encontró que la mera proximidad a un dispositivo móvil distrae a los estudiantes y tiene un efecto negativo en el aprendizaje, según un estudio realizado en 14 países.
En una encuesta reciente realizada por la Federación de Sindicatos de Profesores, el 92% de los docentes se declararon a favor de la prohibición de los teléfonos móviles en las aulas, “excepto en el contexto de las actividades educativas”. La semana pasada también se lanzó una petición pidiendo esta prohibición, patrocinada por el diputado del PQ Pascal Bérubé.