Octubre, un mes dedicado a lo hispano en el Canadá francés

Reciente inauguración del Mes de la Herencia Latinoamericana en Montreal (foto: Facebook Josefina Blanco).
Por Alejandro Estivill, Cónsul General de México en Montreal
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Como diplomático viviré bendecido por recuerdos sobre la interacción de diversas culturas; y la forma en que se generaron diversos movimientos que han buscado subrayar la herencia y la fuerza de lo hispano en Quebec ocupará siempre un lugar especial en mi vida.

Sería imposible mencionar todo lo que ha confluido en esa dirección, recordar a todos los nobles actores de este logro; peor intentarlo sin cometer errores políticos dando más importancia a unos que otros. Pero hoy, a diferencia del momento de mi llegada, mucho ha pasado para que un latinoamericano sienta que en Quebec, y sobre todo en Montreal, se le toma al menos un poco más en cuenta y se le conoce mejor tanto en sus dificultades como en sus éxitos; se le percibe incluso de manera más completa y no únicamente como una figura exótica, buena para cultivar la sorpresa que “entretiene” debido a su baile, su comida o sus historias.

En 2016 tuve la oportunidad de contribuir a la organización de un primer foro de la herencia hispana en el Centre St-Pierre de la calle Penet en Montreal. Reconozco el involucramiento, en esa ocasión, del cónsul de España y del diputado en la Asamblea Nacional de Quebec, Saul Polo, con quien realizamos una suerte de animado diálogo con la multitud de instituciones de diversa vocación, por igual pequeños negociantes que centros de capacitación o apoyo a personas discriminadas y a refugiados, pero todas a favor de los hispanos. Ahí relucieron las ideas de Hispanidad Quebec, de Ana Gloria Blanch y la Casa CAFI, de Latinarte, de Legados y muchas otras iniciativas. Pero también conocimos el esfuerzo que se estaba realizando por otra vía, a nivel Provincial y de cara a una legislación positiva en la Asamblea Nacional: una iniciativa que para el diputado Polo se quedó en una moción legislativa, sólo una declaración, que pronto recibió el impulso decisivo de la diputada Carole Poirier, acompañada de la asociación Herencia Hispana Quebec (HHQ), hasta que meses después se aprobara la ley 1094 provincial que declara a octubre el Mes de la Herencia Hispana.

Saul Polo comentó conmigo la importancia de que ese avance estuviera exento de perspectivas que lo calificaran como logro personal o partidista (él y Poirier eran de partidos políticos distintos): lejos de ser un hecho político pasaba a ser uno de los más genuinos logros comunitarios, a partir de la gente hispana y para la gente hispana. La ley entró en vigor en junio de 2018 y fue un verdadero hito y una satisfacción para los grupos comunitarios. Pronto la ciudad de Montreal actuó en el nivel municipal declarando a octubre de manera similar: el Instituto Cultural de México albergó en octubre de 2018 la declaración del mes de la herencia latinoamericana por parte de la presidenta del Comité Ejecutivo de la ciudad.

En 2018, Magda Popeanu, vicepresidenta del Comité Ejecutivo de la Ciudad de Montreal, anunció que a partir de octubre de 2019 se celebraría el Mes de la Herencia Latinoamericana.

La reacción en el ámbito federal generó también su propia legislación. Al inicio de octubre de 2019 fui honrado con expresar en nombre de todos los cónsules en Montreal, en el gran evento de arranque de actividades culturales, nuestra visión enormemente agradecida ante la alcaldesa Plante de Montreal, ante autoridades provinciales y ante el Miembro del Parlamento federal y ministro del Patrimonio, Pablo Rodríguez.  

Desde entonces las voces y las manifestaciones han proliferado. Los estudios sobre lo hispano han tomado más fuerza. Uno de los resultados de aquel primer foro fue el esfuerzo emprendido por el sociólogo de la UQAM, Víctor Armony, para realizar una encuesta muy estructurada sobre dificultades, percepciones y otras circunstancias de asimilación vividas por los latinoamericanos en su migración a Quebec. Los consulados del Grupo Iberoamericano en Montreal apoyaron el proceso de recopilación de datos con sus comunidades y el resultado ha sido parte de diversos estudios que explican las circunstancias de desventaja y los retos de los latinoamericanos en la ciudad y la provincia. Algunos de los debates sobre racismo sistémico desde aquellos años se nutrieron de las perspectivas académicas que pudieron generar una fotografía clara sobre lo que vive el latinoamericano en Quebec. Hoy el debate continúa y octubre sirve para que la variable latinoamericana no quede fuera de la ecuación.

Estamos en octubre, ya el mes de lo latinoamericano ha echado raíz. La calidad de lo esperado y de las manifestaciones culturales, incluso superando las condiciones de pandemia, se ha incrementado y apunta hacia una profundidad tal como para destacar las peculiaridades del “latinoamericano-quebequense”, una identidad con sustancia propia. ¿Las mujeres latinoamericanas de Montreal, tiene una personalidad diferenciada? Al menos la respuesta sería “sí” para el caso de las mexicanas, profundamente activas, emprendedoras, cohesionadas y preocupadas por la condición y los abusos contra mujeres en México. ¿En la música? Grupos como el Mariachi Figueroa o los dedicados a salsa y cumbia han incorporado un sentido quebequense a su creatividad que sustenta ese nuevo valor propio. En la comida, los restaurantes con vocación en las diferentes comidas latinoamericanas tienen, todos por igual, el incentivo de convertirse en latino-quebequenses para detonar un éxito mayor. 

Hoy, en gran parte gracias a estas manifestaciones, se puede hablar del artista latinoamericano de Quebec, con esa personalidad, no dividida sino claramente cohesionada. Curadoras como Mariza Rosales Argonza han destacado esa faceta identitaria del artista latinoamericano en la ciudad y se han convencido de lo mucho que enriquecen el debate público local.

Queda un pensamiento aleccionador: los cónsules acompañamos esta asignatura que ha surgido de la gente latinoamericana, por fuerza propia, y es para la gente. Apenas tangencialmente podemos favorecerla y por supuesto aplaudirla. Lo que más atrae es, sin embargo, que nunca se ha montado en una agenda de dolor o vulnerabilidad que solo demande sustento, sin que ello elimine la importante denuncia de los asuntos de discriminación e incluso racismo que sufren las comunidades de origen latinoamericano.

La fórmula de presentación de este esfuerzo de reconocimiento se ha montado en valorar el aporte económico, cultural y social de quienes llegaron a Quebec con un origen latinoamericano. Ello detonó que el esfuerzo por lograr un asiento para la participación latinoamericana en la Mesa de la Diversidad, la Inclusión y la Lucha contra las Discriminaciones, también del 2018, se fundamentara en valorar esa fuerza de constante aportación a la vida económica que hacen los latinoamericanos. Recayó en una persona vinculada al esfuerzo social comunitario y a la vida empresarial latinoamericana en la ciudad. Ese detalle, que como cónsul apoyé decididamente, marca el mensaje: valorar durante este mes y todos los del año a lo latinoamericano porque aporta, y aporta mucho, para que el Montreal enriquecido y dinámico por su pluralidad sea aun más brillante.  


Alejandro Estivill es diplomático de carrera del Servicio Exterior de México, con el rango de Embajador. Se ha desempeñado principalmente en América del Norte, y en las áreas de cultura y asuntos consulares. Es escritor y ha publicado las novelas El hombre bajo la piel, Alfil, los tres pecados del elefante, premio AKRÓN novela negra 2019. Es promotor cultural y especialista en lingüística e intercambio cultural internacional.