Por ACCESSS
Las personas inmigrantes o recién llegadas han podido contraer la hepatitis C en un contexto médico, mediante la utilización de material que no ha sido esterilizado correctamente. La única manera de saber que tiene hepatitis C es hacer una prueba de detección. Hoy existen pruebas de sangre simples y rápidas.
Más de la mitad de las personas con hepatitis C no lo saben y cualquiera puede contraer la enfermedad si está expuesto al virus.
¡Así que usted puede tener hepatitis C sin saberlo y sin presentar síntomas!
La hepatitis C es una enfermedad del hígado causada por el virus del mismo nombre. Usted puede tener el virus durante muchos años sin tener síntomas ni sentirse enfermo, mientras el virus daña silenciosamente su hígado.
Pero no se preocupe: ¡hoy es posible una cura fácil y completa gracias a un simple análisis de sangre!
Algunos síntomas pueden aparecer luego de semanas, meses o años después de la infección por el virus. Estos son los síntomas principales:
• Cansancio;
• Pérdida de apetito;
• Náuseas y vómitos;
• Dolor de estómago;
• Fiebre;
• Diarrea;
• Piel y ojos amarillos (ictericia);
• Heces pálidas y orina oscura;
• Dolor en las articulaciones.
Si no es tratada, la hepatitis C puede causar complicaciones graves, como cirrosis o cáncer de hígado, que pueden ser mortales.
A diferencia de la hepatitis A y B, no existe una vacuna contra la hepatitis C.
¿Cómo se transmite la hepatitis C?
Esta enfermedad se transmite por contacto con sangre, o con un líquido biológico, como el esperma o las secreciones vaginales, contaminado por la sangre de una persona infectada. El virus puede transmitirse a través de:
• Compartir materiales u objetos contaminados con sangre infectada;
• La recepción de cuidados o servicios personales mediante el uso de herramientas contaminadas con sangre infectada;
• De un trasplante de órgano, de una transfusión de sangre o de productos sanguíneos infectados;
• De una relación sexual que crea lesiones o en presencia de sangre;
• Del embarazo, el parto o la lactancia cuando los pechos sangran, una madre infectada puede transmitir el virus a su hijo.
Las personas inmigrantes o recién llegadas han podido contraer la hepatitis C en un contexto médico, mediante la utilización de material que no ha sido esterilizado correctamente, por ejemplo, una jeringa, la transfusión de sangre o de productos sanguíneos no probados, prácticas como acudir a salones de peluquería, estética y el servicio de manicurista, o por la medicina tradicional como la acupuntura cuando las agujas se reutilizan. La prueba de la hepatitis C no forma parte de los exámenes médicos efectuados para inmigrar al Canadá.
Las prácticas de tatuaje y perforación entrañan también el riesgo de contraer la hepatitis C si no se esteriliza el medio ambiente y el equipo. El virus de la hepatitis C puede sobrevivir mucho tiempo fuera del cuerpo humano y no es necesario que la sangre sea visible en el material para causar una infección.
La única manera de saber que tiene hepatitis C es hacer una prueba de detección. Hoy existen pruebas de sangre simples y rápidas. La hepatitis C puede curarse; existen tratamientos muy eficaces y están cubiertos por el programa de seguro médico de su provincia. ¡Pida esta prueba gratuita hoy mismo a su médico!
Para obtener más información, póngase en contacto con la Alianza de Comunidades Culturales para la Igualdad en la Salud y los Servicios Sociales (ACCÉSSS) accediendo al sitio web www.accesss.net
Otras fuentes de información sobre la hepatitis C:
CATIE – http://www.hepcinfo.ca/
CAPAHC : https://www.capahc.com/