Canadá crea un Colegio de Consultores de Inmigración y Ciudadanía para frenar el fraude

Foto: CIC News
Por Vilma Filici (filici@filici.com)

El Departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá anunció esta semana la creación en el país el Colegio de Consultores de Inmigración y Ciudadanía, que iniciará sus funciones en el otoño de este año.

El titular de la cartera, Marco Mendicino, dijo que este colegio de consultores será inaugurado oficialmente el 23 de noviembre del 2021, y que se convertirá en el regulador oficial de los consultores de inmigración y ciudadanía en todo el país. Explicó que será una institución independiente que regulará la profesión protegiendo al público y a los consultores acreditados de quienes se aprovechan inescrupulosamente de las personas vulnerables.

“Quienes deseen venir a Canadá merecen un asesoramiento honesto, profesional y ético, y tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que lo reciban. Nuestro nuevo Colegio de Consultores de Inmigración y Ciudadanía es un hito importante en estos esfuerzos. La creación del nuevo Colegio cumple nuestra promesa de proteger mejor a los recién llegados y refuerza el sistema de inmigración de Canadá para que pueda seguir siendo la envidia del mundo”, dijo el ministro Mendicino al hacer el anuncio.

Según la información proporcionada por el Departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, el Colegio regulará a los consultores de inmigración y ciudadanía bajo un marco legal establecido por la Ley del Colegio de Consultores de Inmigración y Ciudadanía que entró en vigor el 9 de diciembre de 2020, y tendrá importantes nuevos poderes y herramientas para investigar las malas prácticas profesionales y disciplinar a sus miembros. También estará sujeta a la supervisión gubernamental pertinente.

Asimismo, explicaron que la creación del Colegio es una parte clave de los esfuerzos del gobierno para combatir el fraude en nuestro sistema de inmigración. “Se basa en nuestra importante acción de los últimos años, incluida una inversión de $50 millones para combatir el fraude y nuevas herramientas educativas para ayudar a los solicitantes a identificar actividades fraudulentas. También cumple con el compromiso del mandato de fortalecer la supervisión, defender la integridad del sistema de inmigración de Canadá y proteger a todos aquellos que deseen venir aquí”.

Hay que recordar que Canadá es uno de los principales destinos del mundo, con millones de personas a nivel global que esperan venir aquí cada año para establecerse, visitar o trabajar. Por lo tanto, para navegar por el sistema de inmigración, muchas personas recurren a consultores u otros servicios en busca de ayuda. Si bien casi todos operan con honestidad, hay algunos que lo hacen sin escrúpulos explotando el sistema y aprovechándose de las personas. Por ello es muy importante solo buscar asesoría migratoria con consultores autorizados por el gobierno.

Las leyes de inmigración y ciudadanía estipulan que sólo los abogados miembros de la barra de abogados de la provincia donde ejercen, paralegales regulados por la asociación de abogados (estos sólo pueden trabajar con tribunales de inmigración, no con casos de inmigración), los notarios de Quebec y los miembros del Consejo de Consultores de Inmigración y Ciudadanía Regulados (ICCRC) pueden representar a un cliente cuando esta paga por sus servicios.

Otras personas que pueden representar a alguien ante Inmigración y Ciudadanía son personas u organizaciones que no reciban dinero para hacerlo. Pero en muchos casos los clientes, aun sabiendo que la persona no está autorizada para ejercer la profesión, de todas maneras, toma sus servicios y cuando completan los formularios de representación – que acompañan las solicitudes – indican que han llenado los formularios ellos mismos. Esta declaración, aunque parezca inofensiva, es en realidad una ofensa ya que son declaraciones fraudulentas. En ese sentido, el cliente puede también ser sancionado con la negación del trámite presentado y con una acusación de haber dado declaraciones fraudulentas, por lo cual serán penalizados y no podrán hacer ningún tipo de trámite durante cinco años.

Los Consultores de Inmigración autorizados en Canadá actualmente están regulados por el Consejo Regulador de Consultores de Inmigración y Ciudadanía (ICCRC), que tiene el mandato de protección al cliente. Por ello es esencial que las personas contraten solo consultores regulados por ICCRC. Sucede lo mismo con los abogados, con los paralegales y con los notarios de Quebec.

Los consultores miembros del ICCRC han tenido que pasar por un programa de estudios de leyes de inmigración, refugio y ciudadanía. Debieron aprobar exámenes rigurosos de admisión a la profesión; exámenes policiales y exámenes de inglés o francés.

Las leyes de inmigración cambian frecuentemente y, por lo tanto, los consultores deben mantener sus conocimientos al día, y para esto son invitados a tomar cursos de capacitación cada año para poder mantener sus licencias. También han tenido que comprar un seguro que cubra errores y/u omisiones que pudieran perjudicar a un cliente. Este seguro puede cubrir situaciones en las que hubo negligencia por parte del consultor. Así, en algunos casos, el cliente podrá recuperar el dinero pagado o el dinero perdido a causa del trámite mal presentado.

Si hubo problemas serios de fraude o negligencia mayor, el consultor puede ser sancionado con una suspensión temporal o con la pérdida de su licencia.

En la actualidad, como parte de los requisitos para obtener la licencia para laborar con las leyes de inmigración, los consultores regulados han tenido que tomar una serie de cursos ofrecidos por ICCRC en los cuales han aprendido prácticas de oficinas como la preparación de un contrato con el cliente (donde se especifica el trabajo que se va a hacer), las responsabilidades del cliente y del consultor, y los datos del organismo regulador en caso sea necesario contactarlos.

Al tener un contrato con un consultor regulado, el cliente tiene la seguridad de que está tratando con un profesional, y que, en caso de que haya algún problema, podrá dirigirse al departamento de quejas y disciplina del ente regulador, que estudiará el problema y dará un fallo.

Cuando digo “estudiar el problema” debo aclarar que el cliente presenta la queja y envía todas las pruebas que tenga a su alcance. El regulador solicitará una respuesta y explicación al consultor, a quien también se le dará la oportunidad de enviar sus argumentos y pruebas. Luego se hará una investigación y finalmente un dictamen sobre el caso.

Pero la posibilidad de que se presente una queja al cuerpo regulador de consultores no termina con el cliente, ya que la ley les permite a los oficiales de inmigración y a los tribunales de inmigración reportar a un consultor si los funcionarios o miembros del Consejo de Inmigración y Refugio consideran que la persona no está actuando de manera correcta, es incompetente o negligente.

Los consultores de inmigración también tienen que laborar bajo un código de ética profesional y con reglamentos estrictos. Quebrar cualquiera de las reglas o ser negligente en un caso podría desencadenar su suspensión o cancelación de su licencia.

La práctica de consultores de inmigración está muy bien regulada, pero lamentablemente el ente que en estos momentos lo hace, el ICCRC, sólo puede proteger al cliente cuando contrata a un consultor miembro. Cuando las personas quieren denunciar a un supuesto consultor que no es miembro del ICCRC, este organismo no puedes intervenir ni proteger al cliente.

Con la creación del nuevo Colegio de Consultores de Inmigración y Ciudadanía, el ejercicio de esta profesión va a mejorar aún más. Según la información proporcionada esta semana, el Colegio contará con las autoridades necesarias para la regulación de consultores, en particular, herramientas para investigar la mala conducta profesional. Esto incluye el poder de ingresar a las instalaciones de un consultor con el propósito de recopilar información para respaldar una investigación y el poder de obligar a los testigos a comparecer ante su Comité de Disciplina.

El nuevo Colegio también podrá solicitar mandatos judiciales para dirigirse a “consultores” sin licencia que brinden asesoramiento sobre inmigración o ciudadanía, entre otras funciones.


Vilma Filici, presidenta de Filici Immigration Services, es profesora de leyes de inmigración y refugio en Seneca College Toronto, y asesora en materia de inmigración para diversas organizaciones comunitarias. Escribe sobre asuntos migratorios en varios medios hispanos de Toronto y es fuente de información para, entre otros, los diarios Toronto Star y Toronto Sun, y las emisoras Radio Canadá y CBC.