Por Marina La Forgia
Muchos hemos elegido Quebec como nuestro nuevo lugar en el mundo. La “Belle Province” nos ha abierto las puertas para ir conociendo e integrándonos en su cultura, sabores y costumbres. Entre las nuevas tendencias locales, se suma la de elaborar cada vez más y mejor diferentes vinos y cidras en casi todos los rincones de la provincia, concentrándose una gran parte en las cercanías de Montreal. Muchos de nosotros acompañamos la fiesta nacional quebequense, la “Saint Jean”, con un buen vino, ¿por qué no hacerlo en el Día de Canadá? ¡Santé!
Me animo a decir que el Champs de Florence, este rosado elaborado por Domaine du Ridge es uno de mis preferidos a la hora de degustar vinos de Quebec. Si están a la búsqueda de vinos amigables, frescos y coloridos, este rosé 100% Seyval Noir cumple siempre con su estilo joven y fácil de beber. Sin embargo, y como bien sabemos, cada cosecha es diferente. Por lo que, a diferencia del 2019, el Champs de Florence 2020 es mucho más sutil y ligero en color y en cuerpo. Sus aromas nos remiten siempre a las frutas rojas y algunos matices tropicales muy particulares. En boca, es netamente frutal y seco, con una acidez muy tenue y agradable final. El vino perfecto para el camping, el chalet o la terraza de la casa. ¡Así simplemente!
El vino L’Orpailleur Rosé es un “clásico” que esta bodega pionera elabora desde 1997, ¡nada más ni nada menos! Con toda la experiencia y savoir faire de sus propietarios de origen francés, este rosado es el resultado de un blend o fusión de uvas locales bien particulares, Seyval Noir y Vidal, mayoritariamente. Muy delicado y perfumado, tanto en nariz como en boca, desborda de notas de frutos rojos y de flores blancas. Simplemente delicioso e infalible para acompañar las cálidas tardes de verano.
La Cidrerie du Minot, perteneciente a la familia Demoy, de origen bretón, es una de las pioneras en la producción de sidras en Quebec y bien podemos decir que con su indiscutido savoir faire nos ofrece el estilo más “francés” de sidras quebequenses. Aquí, su delicioso Crémant de Pomme, lleno de elegancia y fineza tanto en sus delicadas burbujas como en su sabor fresco y ligero. Además, esta sidra espumosa efervescente natural tiene un contenido de alcohol del 2,5% solamente. La bebida ideal para un aperitivo entre semana o para los brunchs familiares de los domingos.
Marina La Forgia es periodista y sommelière internacional. Radica en Canadá. Puedes seguir todas sus recomendaciones sobre vinos en sus redes sociales El ABC del vino y en su página web.