Los planes del CIUSSS de Montréal Nord para frenar a la pandemia

Personal médico ejerce una labor sobrehumana en medio de la pandemia (foto: theskaman306/shutterstock).
El CIUSSS de l’Île-du-Nord-de-Montréal espera atender este invierno a más de 100 personas al día, siete días a la semana, de 8 a.m. a 8 p.m., con o sin cita previa. Para ello en noviembre movilizará un equipo a la Plaza Henri Bourassa y otro cercano a la Station Cremazie.
Por César Salvatierra

Con estas nuevas sedes descentralizadas habrá una gran sección de despistaje, un área de vacunación contra la influenza – que cada año es parte del invierno-, y se ofrecerá también la eventual vacuna contra la Covid-19.

El CIUSSS du Nord de l’Île de Montréal abarca Saint-Laurent, Ahunstic, Montréal-Nord, Villeray y la Petit-Patrie.  A comienzos de octubre se realizaron 83 000 despistajes en su territorio. Según Santé Public, hasta el 6 de octubre hubo 35 939 casos positivos por Covid-19 en la región de Montreal. Se trataba del inicio de la segunda ola.

“Después de haber hecho el balance de la primera ola, vimos que podríamos aprender de errores y  mejorar aciertos. Donde más golpeó el virus fue en las residencias de personas mayores, y en los pacientes de esa misma población en los hospitales. Ahora, en la segunda ola, quienes están más expuestos son los niños, las familias, los adolescentes, la gente que acude a espacios de encuentro masivo. Hay otra modalidad de contagio”, revela Cathy Dresdell, portavoz del CIUSSS du Nord de l’Île de Montréal

El CIUSSS du Nord de l’Île de Montréal emplea a más de 12.100 personas, o el 19% de la fuerza laboral total en el CIUSSS de Montréal.

El cuerpo médico y administrativo de dicho CIUSSS reconoce los estragos no solo en la salud de los miles de infectados, sino también en una población sensible al golpe socioeconómico durante la crisis sanitaria. Los territorios que abarca el CIUSSS de Montreal Nord tienen una gran presencia de minorías étnicas.

Desde la primavera, al ver el aumento de casos, el CIUSSS se enfocó en dos estrategias. La primera, ofrecer despistajes en los focos de contagio a través de camionetas móviles. De esa forma se movilizaban hacia los puntos donde se concentra más gente vulnerable al contagio y que no tienen tanto acceso al transporte público/privado en caso de necesidad.

La segunda estrategia fue promover actividades de sensibilización e información contra la propagación del virus. Al igual que la población de su territorio, el equipo médico y administrativo del CIUSSS du Nord es de una gran riqueza cultural. En coordinación con una red de centros comunitarios, escuelas e incluso cámaras de comercio, las brigadas de sensibilización se componen de agentes de distintas procedencias culturales que pueden comunicarse eficazmente tanto en francés como en otros idiomas.

La red de colaboradores y brigadas permiten al CIUSSS conocer de primera mano la percepción de la gente respecto al impacto de la Covid-19. De modo que, si alguien al interior de su comunidad o institución necesita implantar las medidas sanitarias, el CIUSSS y acude por medio de un experto que acompaña la gestión del proceso (webinarios, conferencias, material informativo, etc.), creando así una red informativa y preventiva.

Despistaje de Covid-19. Foto: Global News

Por otra parte, la red de instituciones de cámaras de comercio, empresas, centros educativos, revela que los contagios no se generan al interior de sus espacios o grupos de trabajo, sino en al exterior, en espacios íntimos-colectivos (cenas familiares, bares, centros recreación, etc.) ya que al interior de un espacio reglamentado, las consignas son seguidas al pie de la letra; pero afuera el rigor no es el mismo y disminuye durante la rutina habitual. ¿Cómo lograr el buen uso de las medidas sanitarias en esos espacios?

Simple: ponerse correctamente la máscara, usar el gel desinfectante, lavarse las manos, y mantener su distancia. Esos son los pequeños gestos que hacen la diferencia cotidianamente en la comunidad y los espacios familiares.

“Somos sensibles a la situación que de la población en esta segunda ola. Los médicos, las enfermeras, como el personal administrativo se encuentran frente a personas desprovistas de medios económicos a causa de los efectos de la pandemia. En ese preciso encuentro, no se trata más de un asunto cultural o de diversidad, sino de un asunto humano”, explica Cathy Dresdell, portavoz del CIUSSS du Nord de l’Île de Montréal.

Otra medida complementaria para casos de que pacientes con problemas socioeconómicos, es mantener el contacto por teléfono para darle seguimiento. Asimismo, si un paciente está solo, en pleno aislamiento doméstico, y no puede movilizarse para comprar comida, el servicio de seguimiento a distancia sirve para contactar a un organismo comunitario que hace el trámite con el banco de alimentos.

“Esta ha sido una gran iniciativa ya que estamos en una comunidad donde hay un mayor impacto del virus. Vemos que las medidas hacen una gran diferencia. Que la persona tenga o no la carte maladie igual nosotros la atendemos y entregamos los resultados. No hay lugar para prejuicios. Cuando se es sensible a los distintos tratos, culturas, realidades, vemos que somos capaces de acompañar mejor. A final lo que queremos es cuidar de la gente, no importa quiénes sean, no importa su edad o procedencia. Ese fue el gran criterio para nuestro plan de comunicación, de concientización y sensibilización directa además de ofrecer el servicio de despistaje. No sólo en nuestros centros de salud y nuestras brigadas comunitarias, sino también en medios de comunicación que van directos a las comunidades culturales”, indica Cathy Dresdell, portavoz del CIUSSS du Nord de l’Île de Montréal.

Jurisdicciones que abarca el CIUSSS du Nord de l’Île de Montréal

Una maratón sin una meta

El área de Recursos Humanos tuvo un plan de sensibilización durante la primera ola de la pandemia para ofrecer un programa de ayuda para empleados, acceso a acompañamiento y servicio psicológico. Por ejemplo, dormir bien marca la diferencia de un buen servicio y la calidad del trabajo. Y eso fue crucial para los empleados. Cathy Dresdell agrega que “no porque la situación sea difícil, se debe perder la vocación y encanto por la profesión. Se debe atender a los pacientes como si tratase de uno mismo. Aunque se trate de una especie de maratón de la que no sabemos cuándo acabará, lado a lado, en la misma carrera, los habitantes y el servicio de salud están juntos en esto”.  

Cathy Dresdell se siente orgullosa de trabajar en el CIUSSS, de dar un trato humano a los pacientes. Ella considera que no solo en el CIUSSS donde labora, sino en el resto de los centros que forman parte de la red en Montreal, hay una labor sobrehumana del personal médico y administrativo. Una experiencia dramática e inolvidable de esfuerzo que un día se relatará a los que vienen.


César Salvatierra es agente en temas interculturales y director de proyectos de la revista Hispanophone Lea más artículos del autor.