El invento de una hispana que ayudará a miles de refugiados

Alejandrina Hernández qui révise son prototype, le « lit-chariot portatif pour réfugiés » (photo : archive personnelle).
La nueva “cama-carreta portátil para refugiados” ha ganado un importante premio de diseño industrial. Ha sido creada por la estudiante hispanacanadiense Alejandrina Hernández, venezolana de 23 años. La inspiró su propia experiencia como inmigrante cruzando la frontera.
Por César Salvatierra
Version française

Dos años después de haber cruzado ‘La Raya’, aquel paso fronterizo obligado por el que transitan miles de venezolanos para llegar a Colombia, el recuerdo aún palpitaba en la joven Alejandrina Hernández. La travesía la inspiró para crear el Cart/Bed for Refugees (cama-carreta portátil para refugiados) y ganar el premio a mejor diseño sostenible del concurso ET Foundation of Aluminum Extrusion Technology para estudiantes de diseño, auspiciado por la compañía Bonnel Aluminun. Se trata de un invento que se incubó en la experiencia personal de su autora: ser un inmigrante que huye a toda costa de su tierra.

“El ver personas cansadas, tristes y decididas partir de su país natal en búsqueda de una mejor vida para ellos y para su familia fue muy fuerte para mí. Observar eso, cómo cada miembro de la familia transportaba y cargaba sus pertenencias, incluyendo niños y personas mayores. Otros acostados, sentados en cualquier parte de la calle, esperando a alguien que pase por ellos, pensando cuáles son sus próximos planes u otros tomando descanso”, recuerda Alejandrina Hernández.

Presentación oficial del diseño de Alejandrina Hernández.

Al llegar al lado colombiano de la frontera los gruesos fajos de bolívares pierden su flaco peso de papel moneda canjeados por un mejor valor económico en pesos colombianos. En el camino, el dinero se convertirá en medicina, comida, gasolina y transporte. Aunque, una vez cruzada la frontera, las camas están contadas por las ONG, los nuevos refugiados tienen al menos dónde comer y dormir antes de continuar. La joven Alejandrina Hernández no olvida la potencia del sol de diciembre y la caravana de compatriotas huyendo con ella en su camino de retorno a Montreal en el año 2018. Ella había llegado en el 2015 a Canadá, pero volvió momentáneamente a Venezuela.

“Es una travesía, los refugiados caminan largas distancias, en las calles de las ciudades, carreteras, caminos arenosos, gramas, etc. Tomando en cuenta las temperaturas extremas por la noche y en el día, del frío que congela al calor más atroz. Algunos de los inmigrantes duermen con el bolso, usándolo como una almohada y abrigos en el piso. También recuerdo la impresión que tuve con los niños de esa zona, hacían su propio negocio cobrándole a familias por transportar sus pertenencias con una carretilla de hierro de un lado a otro”.

En el otoño del 2019, Alejandrina Hernández cursaba el tercer año del programa de diseño industrial en el Dawson College. Su profesor de Demografía y uso del producto, Michael Santella, les  anunció a los alumnos el concurso que luego ella ganaría en la categoría mejor diseño sostenible.

“En base a aquella experiencia, vi que esta era la oportunidad de aplicar lo aprendido para tratar de disminuir una de las muchas necesidades de los migrantes. En la investigación de mercado, no encontraba productos que tuvieran dos conceptos integrados: camas plegables y carretilla”.

Como el aluminio, la propuesta de Alejandrina para el concurso resistió la evaluación del jurado que le dio el premio al Cart/Bed for Refugees (cama/carreta para refugiados) y agregó a su dictamen: “El diseño de la señorita Hernández es innovador, práctico y creativo que satisface una necesidad internacional”.

“En el siguiente semestre, en la primavera 2020, continúe desarrollando las estructuras, los detalles ergonómicos, analizamos y construimos escenarios para probar el uso de campo. La parte que más me costó fue buscar una manera en que se pudiera retirar fácilmente la tela del producto, y así permitir que la persona pudiera lavarlo y limpiarlo manualmente de manera más cómoda, y luego colocarla fácilmente. En todas estas etapas, el profesor supervisaba y aseguraba nuestro diseño, y también algunos de mis compañeros de la clase participaban y hacían comentarios generales”, nos explica Alejandrina.

Alejandrina Hernández continuará sus estudios de diseño industrial en la Universidad de Montreal (foto: archivo personal).

La travesía también va por dentro

En el 2014, mucho antes de aquella experiencia en ‘La Raya’, Alejandrina se graduaba en el Colegio Altamira, pero antes del diploma, en otoño del mismo año, pasó un semestre en el Seven Lakes High School en Houston, EE.UU., para aprender un poco de inglés. Ella recuerda que tuvo una materia de cerámica: “y participé en la competencia “The Scholastic Art & Writing Awards”. Gané una medalla de oro regional en Texas. Desde ahí descubrí que tenía creatividad y talento en la parte de manualidades”.

Ya para el verano del 2015, dejaba junto a sus padres la húmeda calidez de Zulia, Maracaibo para mudarse a Montreal. Existía cierto vínculo sentimental con este país, pues su madre había hecho una pasantía en arquitectura en Toronto.

“Valió la pena comprar buenos abrigos y botas que aguantaran las bajas temperaturas y duraran por más de cuatros años. Montreal ha sido una ciudad misteriosa, llena de movimiento, variedades de comida, muchos parques urbanos, y personas con diferente cultura, religión, tradición y antecedentes. Eso es una de las cosas que más me gusta de Montreal. Poco a poco nos fuimos acostumbrando a los túneles y metros subterráneos, a los buses, a caminar libremente por las calles sin temer por nuestras pertenencias”.

Cinco años han pasado desde su primer día en Montreal, dos después de aquella travesía en ‘La Raya’. Una nueva etapa se abre paso, la Universidad de Montreal acaba de aceptar a la joven venezolana para completar su formación en diseño industrial. Alejandrina va tomando su propio camino como lo siguen haciendo miles de refugiados e inmigrantes venezolanos a los que ella no ha olvidado.


César Salvatierra es agente comunitario y especialista en diversidad y temas interculturales. Es periodista y relacionista público de Hispanophone Lea más artículos del autor.

Comentarios