Novela
Autor: Camila Reimers
Editorial Mapalé (2017)
174 páginas
Por Marcelo Donato
Todo inmigrante que llega a Canadá ha oído hablar sobre la transferencia de habilidades y, si no puede ejercer su profesión por haber obtenido el título afuera del país, debe tratar de imaginar cómo utilizar sus talentos en otros dominios. Eso es lo que hacen algunas personas naturalmente, guiadas por la intuición y las inclinaciones naturales hacia ciertos quehaceres. De esa misma manera, en Tiempo de ser, Camila Reimers nos presenta a uno de sus personajes, Tony, que en vez de trenzar las fibras vegetales para hacer canastos como el abuelo le había enseñado en su Italia natal, decide trenzar los cabellos de las mujeres, quizás para acercarse a ellas de manera espontánea, sin necesitar ningún artilugio, ni obligarse a buscar un tema de conversación para entrar en contacto. Son ellas las que hablan sin cesar mientras él les lava el cabello, se los corta, imprime colores o los acaricia y llena de cremas y aceites para hacerlos más tentadores y fascinantes para otros hombres… O para él mismo…
Camila Reimers repite la transferencia de habilidades, tejiendo ella misma una trama entre un puñado de personajes del Chile de los últimos años y dos obras de arte: un libro y una pintura. Estos dos elementos son tan importantes como los personajes: el libro, porque es el que tendremos en nuestras manos para leer la historia y la pintura porque es la musa del libro, un cuadro cuyo motivo son los copihues, la flor nacional de Chile. El cuadro habla y el cuadro cambia. Las flores mutan en seres humanos y fondos de atardeceres calmos mudan en cielos tormentosos. Podríamos pensar en una suerte de realismo mágico, pero no sabemos si eso es lo que pasa o es el resultado de la visión distorsionada de cada personaje.
La novela Tiempo de ser (Editorial Mapalé, 2017) se centra en un ingeniero genético chileno, Andrés, proveniente de una familia muy tradicional de la clase alta chilena. Vive en Santiago y se siente culpable por no cumplir con ciertos mandatos familiares. Su vida se entrelaza con la de Julia, una escritora amiga de la familia, y Gabriel, un médico chileno interesado, como él, en los tratamientos alternativos, las concepciones holísticas de la salud y los últimos descubrimientos para combatir enfermedades de la tercera edad. Andrés viaja a Canadá para seguir estudiando las células madres, con la ilusión de ayudar a su padre enfermo. Cuando vuelve a Chile se compromete con Julia pero un encuentro casual con Gabriel cambia el rumbo de su planes.
Camila nos muestra a Andrés en su infancia, su adolescencia y su vida como adulto. Nos habla de emigrar como una evasión, tal como ven la situación los que están afuera del conflicto y proclaman, sin dar lugar a concesiones, que uno puede quedarse y luchar para cambiar la situación o huir donde ese cambio ya se ha efectuado. También nos habla de Gabriela Mistral y García Lorca, de Camus, Rosalía de Castro y Rousseau. Nos explica cómo manejar un camión de 12 cambios, así como algunos tratamientos médicos de vanguardia. Nos lleva a Chicago, Vancouver, Toronto, Valparaíso, Houston, China y Cuba. Pero el imán que atrae hacia Chile, el país natal, es fuerte y es allí donde comienza y se cierra la historia.
En Tiempo de ser no hay final feliz. Camila Reimers observa, se mueve silenciosa como una cámara que filma sin juzgar (y aquí muestra su veta canadiense) mientras sus personajes interactúan muy sutilmente a veces o con desenfreno en otras pocas pero vibrantes escenas. Los animan sentimientos tan comunes como el amor, los celos y el odio. Como siempre, los pecadores son los que tiran la primera piedra. Hay también rabia contenida ante lo injusto y el amor incondicional de los más sabios, encarnado en el fascinante personaje de Rosario, la abuela de Andres. La hipocresía, que ríe triunfante en la primera parte, muere vencida por la esperanza. El costo a pagar es caro: la vida de un ser humano (y aquí la ficción se entrelaza con la realidad chilena). Y llega el final como una escena coral donde todos los personajes que han sobrevivido la historia se vuelven a encontrar, esta vez marchando en la misma dirección, la de la justicia, la de la libertad de expresión, la de la inclusión y la de los derechos. Si la felicidad de Andrés se vio amenazada por la inmensa culpa que lo hizo emigrar, al menos el final lo ve caminando erguido, brindando su contribución a la sociedad de su país para que un mundo mejor sea posible.
La novela se puede adquirir en Amazon US, Amazon Canada, BARNES & NOBLE. También en el sitio web de la editorial Mapalé (info@artemapale.com). La editorial está promoviendo una exposición de arte para mayo próximo basada en la historia del libro, para mayores detalles: https://www.editorialmapale.com/convocatorias.html