L’Orchestre de Chambre de McGill ofrecerá dos imperdibles conciertos de fin de temporada el 9 de mayo y el 6 de junio.
Por César Salvatierra
Puede que hasta al más ajeno al olimpo de la música le resulte familiar la Quinta Sinfonía de Beethoven. Poco importa si no acierta ni con el título ni con el compositor, lo sustancial es que alguna vez la escuchó y sabe bien por dónde transitan esos sonidos insignes de principio a fin. Masificar ese deleite por lo clásico es uno de los desafíos de la reputada Orchestre de Chambre de McGill y de su director artístico, Boris Brott, un carismático músico montrealés de prestigio mundial que desde el año 2005 no cesa en su empeño de atraer a cada concierto al público joven y al que quiere volver a serlo.
– Pero deseamos, sobre todo, atraer a un público curioso y también romper el cliché de que la música clásica es solo para un grupo entendido en la materia -, enfatiza Brott que lidera esta orquesta integrada por los músicos más destacados en la etapa final de su formación profesional.
La labor de la Orchestre de Chambre de McGill comenzó hace casi 80 años, en 1939. La fundaron los padres de Boris Brott y su prestigio se forjó inicialmente gracias a los maestros del Conservatoire de musique de McGill y con los músicos de la Orchestre Synphonique de Montréal (OCM), una de las primeras de Quebec en trasladar la cultura fuera de los círculos selectos de los que saben mucho.
– No hay que ser un entendido en el tema. Esa preocupación hay que dejársela a los profesionales. Quien tenga la curiosidad, pequeña o grande, solo debe dejarse llevar por el espectáculo. No entenderlo ni lanzar preguntas, simplemente permitir que el espectáculo estimule los sentidos -, nos explica Boris Brott con el aplomo de haber dirigido numerosos conciertos en varios continentes y de haber grabado discos de primera calidad y recibido diversos premios a nombre de esta orquesta que capitanea hace doce años y cuya existencia se apoya en organismos como el Conseil des arts et lettres du Québec, Conseil des Arts du Canada y el Conseils des arts de Montréal.
Una de la estrellas de esta temporada próxima a su clausura ha sido el reconocido tenor quebequense Marc Hervieux, que nació y creció en Montreal y ha visto los cambios de su ciudad sin dejar de valorar esa excepcional diversidad que hoy la caracteriza.
– ¿Cuál es su relación con la música y la sociedad quebequense?, le preguntamos al tenor.
– Marc Hervieux: Si nos encerramos sólo entre músicos, entonces damos vueltas entre nosotros mismos y eso no nos llevaría a ningún lado. Lo mismo ocurre en cualquier comunidad, si solo nos tratamos en un círculo selecto, no avanzamos como sociedad. Eso no sirve. Lo que queremos todos es construir algo unidos.
– ¿Cada comunidad es un instrumento esencial para la sociedad quebequense?
– Hervieux: El aporte de cada uno, de cada comunidad que está en Montreal, nos hace crecer como sociedad, eso conduce a una sociedad a un punto más amplio, igual que la música clásica. Hay que preguntarse ¿qué puedo yo, como individuo, aportar a esta gran comunidad quebequense? Me gustaría que las personas que vienen de todas partes a formar nuestra sociedad también consuman de nuestra cultura, que se impliquen en política, que se vuelvan personas importantes, personas que toman decisiones, sino nos quedaremos dando vueltas en lo mismo o serán otros los que decidan por nosotros. Tenemos diversidad, que es lo que ha caracterizado a provincias como Quebec y países como Canadá y los Estados Unidos.
La Orchestre de Chambre de McGill clausurará la temporada con dos conciertos. El primero se realizará el 9 de mayo y se trata del oratorio Elijah (Elías) de Felix Mendelssohn, obra que representa pasajes de la vida de dicho profeta bíblico. El concierto de clausura se ofrecerá el 6 de junio con la colección de cantos antiguos y afamados de Cármina Burana. Para no perdérselos.
Ver programación completa:
www.orchestre.ca/programme-20162017
www.facebook.com/ocm.mco.montreal/?fref=ts
César Salvatierra: estudiante peruano de la sección de Estudios hispánicos en la Universidad de Montreal y presidente del Comité Latinoamericano de esa casa de estudios (CLAUM). Se ha especializado en la promoción de la cultura hispanoamericana en Montreal y Quebec. Es redactor y responsable de relaciones públicas de Hispanophone. Lea más artículos del autor.
