El país fue el invitado central de la feria que culminó hace unos días. Los quebequenses también quieren leer en español.
Por Carlos Bracamonte
Una hora antes de la clausura del Salon du livre de Montréal, el estand de México mostraba algunos vacíos. Era el resultado natural de una apetencia: buena parte de los libros en español traídos desde México había volado de los estantes.
“Hoy los lectores de Quebec tienen un gran interés por las publicaciones en español”, nos contó el librero Eric Blackburn, coordinador del estand de México y dueño de la librería Le Port de tête. Los lectores francófonos que visitaron el estand adquirieron más libros en español que en francés. Un indicio claro de que la tercera lengua materna más hablada de Canadá va ganando cuantía entre los hispanohablantes no nativos.
Después de Haití en el 2013, México ha sido el segundo país invitado a la feria del libro de Montreal tras 39 ediciones. Este certamen es, desde 1978, el que presenta la mayor colección de libros en francés en Norteamérica. No se sabe aún si la política de las próximas ediciones será invitar siempre a un país o a una región como ocurre en muchas ferias del mundo, pero un hecho determinante para homenajear este año a México ha sido, sin duda, los 22 mil quebequenses de origen mexicano. “Esta ha sido una oportunidad sin precedentes para promover la literatura hispana en el contexto de una creciente comunidad latina y del español como cuarta lengua más hablada y cada vez más buscada en Quebec”, ha dicho el Cónsul General de México en Montreal, el escritor Alejandro Estivill, cuya oficina promovió la presencia en el salón de una importante delegación de literatos mexicanos.
Durante la feria, el estand de México puso a la venta alrededor de mil ejemplares en español (sin contar las traducciones en francés). Los libros provenían de 32 casas editoriales de ese país. De acuerdo a las primeras cifras del librero Eric Blackburn, el título más vendido fue “Memorial del engaño”, del reconocido novelista Jorge Volpi, que narra la historia de un timador de Wall Street. Asimismo, los lectores se interesaron en un clásico contemporáneo: Carlos Fuentes y la traducción de su novela “La mort d’Artemio Cruz”. También destacaron obras más recientes como “El cuerpo en que nací” (Guadalupe Nettel), y “La doble vida de Jesús” (Enrique Serna), en español y francés para ambos casos. Hubo además una alta demanda en los libros de arte, para niños y sobre cultura popular (lucha libre, tacos, etc.).
Ya desde el 2015, México se asoma en el recordatorio de los montrealeses gracias la espléndida exposición “Les Azteques, peuple du soleil”, realizada en el museo Pointe-à-Callière bajo la coordinación del Consulado y el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, y que tuvo más de 1500 visitantes.
Otro hecho destacable en la feria fue la publicación del libro del artista mexicano Domingo Cisneros, “La guerre des fleurs – Codex Ferus” (editorial Mémoire d’encrier). En su obra, Cisneros recuerda su infancia en los bosques del estado de Durango, en México, y su descubrimiento, en los años 60, de la floresta de Quebec donde hasta hoy vive. El autor ha sido maestro de artistas aborígenes en Canadá y es considerado pionero del arte social-ecológico. Su caso representa un quiebre de las fronteras mentales, la armonía con la naturaleza y cómo la vasta cultura mexicana supera con creces un absurdo de hoy: la construcción de un muro.
Carlos Bracamonte es periodista peruano. Publica una columna sobre historias de inmigrantes en Noticias Montreal. Es co-editor de la revista Hispanophone y editor de la revista Agenda Social de Canadá. Lea más artículos del autor.