El nuevo aliado de los inmigrantes que quieren trabajar en lo que saben

Foto: immigrantquebec.com

La clínica jurídica de la Facultad de Derecho de la UdeM asesora gratis a los inmigrantes para que validen sus títulos en las órdenes profesionales, y así consigan empleo y eviten frustraciones.

Por César Salvatierra

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La abogada francesa Karine Jolicoeur estudió y ejerció su profesión en Bélgica. Luego volvió a Francia a trabajar, pero tuvo que revalidar sus títulos para ser contratada. Tiempo después emigró a Quebec y, otra vez, transitó por ese mismo calvario de documentación: el proceso engorroso de revalidar su título e ingresar a una orden profesional. Esa experiencia difícil y roba tiempo le ha permitido identificarse con la incertidumbre de cientos de inmigrantes que arriban a Quebec con su título bajo el brazo para buscar trabajo: ellos también desean ejercer su profesión en la provincia pero ignoran cómo empezar y, si lo saben, el asunto resulta tan enrevesado que terminan por no hacer nada.

Desde enero de 2016, la abogada Karine Jolicoeur coordina la Clínica Jurídica de la Universidad de Montreal, que orienta y acompaña, gratuitamente, a los inmigrantes en el trajín de revalidar sus títulos ante las órdenes profesionales. El proyecto es una iniciativa de France Houle, vicedecana de la Facultad de Derecho.

“Trabajamos con la información de las 46 órdenes (según las profesiones reconocidas en Quebec). Para nosotros, cada profesional, cada caso, está atado a una problemática íntima e individual”, explica Karine Jolicoeur. “Existe una gran necesidad. Yo pasé por eso y lo entiendo muy bien. En mi caso, siendo francesa, me beneficié del acuerdo Francia/Quebec en el plano profesional, pero ¿y los demás inmigrantes profesionales que no tienen esta ventaja?”, cuestiona la abogada.

cliniqueespagnolEn la clínica están casi convencidos de que un inmigrante llega a Quebec sin haber preparado los documentos para este proceso y “la mayoría de los clientes desconoce este tema”, asegura la abogada Jolicoeur. Esa es una de las razones por las que muchos profesionales inmigrantes terminan por dedicarse a otros oficios, casi siempre sin parentesco con lo que estudiaron en sus países.

El objetivo de la clínica es convertirse en un servicio gratuito de ayuda eficiente para todos los inmigrantes profesionales ansiosos por conseguir un empleo calificado y, al mismo tiempo, ser una cantera de juristas que desarrollen mejores métodos para enfrentar esta problemática.

“Un expediente bien revisado hará que el cliente no reciba un rechazo injustificado”, sostiene Karine Jolicoeur. Se trata, pues, de una asesoría personalizada que quiere ahorrar frustraciones. Esa asesoría se da incluso en el propio idioma del interesado: francés, inglés, español, árabe y portugués, porque hay matices profesionales que si no son tratados en el idioma que dominamos, pueden llevar a confusión.

No obstante la asesoría, una cosa es cierta: el proceso toma un buen tiempo según la orden profesional a la que se presente el candidato. En el caso de un cliente asesorado por la clínica jurídica, el proceso alcanza, en promedio, seis meses una vez que todos los papeles han sido presentados ante la orden, pues cada una tiene sus propios criterios de admisión. Por ejemplo, la clínica asesoró a dos inmigrantes en sus postulaciones a las órdenes de medicina y fisioterapia. Ambas ya están revisando los expedientes, pese a que no son órdenes particularmente accesibles.

“Además, una preocupación frecuente – explica Jolicoeur-, es la conciliación entre el trabajo y la familia, como el caso de un cliente que llega con dos profesiones muy buenas, y desea información para escoger el mejor trabajo sin romper la armonía familiar; es decir, analizar el horario y el salario, y sopesar la carga laboral con las tareas del hogar pues muchos tienen hijos menores de edad. Aquí lo orientamos para que tome la mejor opción”.

El proceso de seguimiento se da por etapas. En la primera cita se toma toda la información sobre el perfil profesional y qué objetivos se plantea el postulante. En la segunda cita le explican cómo presentar los documentos a la orden profesional. Finalmente, en la tercera cita, con la documentación en regla, se comienza el proceso de reconocimiento con la orden respectiva. En cualquiera de las etapas si faltara un documento o una aclaración dentro de estos, se comunican con el cliente vía correo electrónico o por teléfono.

En suma, la clínica jurídica asesora en el reconocimiento de su expediente ante una orden profesional y, además, en los reclamos ante el Comisario de Quejas en materia de reconocimiento de calificaciones profesionales; y en las quejas ante la Comisión de Derechos de la Persona y Derechos de la Juventud.

La colombiana Nathalia Parra es una estudiante de la maestría en derecho de la UdeM que forma parte del equipo de la clínica. Era abogada en su país y pasó por el difícil tránsito de no poder ejercer su profesión en Quebec. Enterada de lo que haría la clínica jurídica, no dudó en ser parte de su equipo: “aquí respondemos a todas las preguntas de los clientes; les mostramos los atajos, intentamos de que valoricen sus competencias profesionales en el menor tiempo posible”, afirma Parra que culminó sus estudios de bachillerato en derecho en la UdeM.

Casos como el de la colombiana Nathalia Parra se explican gracias a una reciente publicación del IRIS de Quebec (Institut de recherche et d’informations socio-économiques) de setiembre último, que indica que entre 1991 y 2012 la proporción de nuevos inmigrantes con un grado académico alto (universitario) pasó de 19% a 42%. La autora de dicha investigación, Julia Tosca (Portrait du revenu et de l’emploi des personnes inmigrantes), indica que los inmigrantes en Quebec son recibidos como futuros trabajadores, empresarios o inversionistas, que estos tienen más años de estudios que los nativos (quebequenses) y que la mayor parte de ellos ya habla, al menos, el idioma francés. Pero, en muchos casos, están sobre calificados o, simplemente, no pueden trabajar.

Ante la importante política migratoria de Canadá y Quebec (sólo esta provincia recibe cada año casi 10 mil profesionales con un título del extranjero), el fundamento de la clínica jurídica es que los recién llegados se desempeñen en lo que dominan, porque, como dice la abogada Jolicoeur, hay profesionales con una experiencia de hasta 15 años que no puede echarse por la borda.

Puede solicitar una cita escribiendo a clinique.profil@gmail.com.


César Salvatierra: Estudiante peruano de la sección de Estudios hispánicos en la Universidad de Montreal y presidente del Comité Latinoamericano de esa casa de estudios (CLAUM). Se ha especializado en la promoción de la cultura hispanoamericana en Montreal y Quebec. Es redactor y responsable de relaciones públicas de Hispanophone. Lea más artículos del autor.